La Audiencia de Pontevedra ha condenado a penas que suman 63 años de cárcel a los siete implicados en la operación de narcotráfico que acabó en noviembre de 2019 con un narcosubmarino hundido frente a las costas de Aldán.
Los tres tripulantes son los más castigados, al haber sido sentenciados a once años de prisión y al pago de dos multas de 300 millones de euros por un delito contra la salud pública, agravado por la cantidad de droga -más de 3.000 kilos de cocaína– y el uso de esta embarcación.
Se trata del vigués Agustín Álvarez, considerado por las autoridades como el patrón del narcosubmarino, y las dos personas que le acompañaron en su singladura a través del Atlántico, los ecuatorianos Luis Tomás Benítez Manzaba y Pedro Roberto Delgado Manzaba.
Pero los magistrados también han impuesto amplias penas de prisión para las cuatro personas que esperaban en tierra a los tripulantes y que, según los informes policiales, eran los que iban a asistirles a su llegada a Galicia.
Así, el vigués Iago Serantes ha sido condenado a 9 años de prisión y al pago de sendas multas de 200 millones de euros, mismo dinero que deberán pagar los también gallegos Iago Rego, Enrique Carlos Serantes y Rodrigo Hermida, condenados a 7 años de cárcel.
Para los dos hombres de nacionalidad ecuatoriana, la Audiencia de Pontevedra fija en su sentencia el cumplimiento efectivo de ocho años de prisión, sustituyendo el resto de su condena por su expulsión de España, a la que no podrán volver en diez años.
El tribunal considera probado que los tres tripulantes del narcosubmarino actuaron al servicio de una estructura criminal internacional proveedora de estupefacientes para el transporte por vía marítima desde Brasil hasta España de más de 3.000 kilos de cocaína. La droga habría alcanzado un valor de mercado superior a los 123 millones de euros.