Elegir el iceberg ideal. Bellini pretende seleccionar un buen iceberg que se desprenda de un glaciar situado al noroeste de Groenlandia. Posar su cápsula en la superficie del iceberg. Y observar como el iceberg se va modificando a los largo del año, probablemente hasta su desaparición.
La cápsula que usará Bellini fue desarrollada por la empresa Survival Capsule LLC, partiendo de un modelo existente esta compañía la ha adaptado a las necesidades de Bellini; ya que Survival Capsule fabrica diferentes modelos para situaciones de tsunamis, tornados, huracanes, terremotos o tempestades en la mar (pueden ser para 2 o 10 adultos). Cápsula, construida en aleación de aluminio aeronáutico, que cuenta con un sistema que le permite mantener la posición vertical sobre el agua en las peores condiciones meteorológicas.
En el interior de la capsula Bellini contará con unos 300 kilos de víveres, llevará un aerogenerador, paneles solares y tendrá un sistema de comunicación vía satélite para enviar datos de su posición e información que ira reportando en su cuenta de Twitter.
Dentro de lo incomodo, inhóspito, que pueda ser la vida en el interior de la cápsula (tiene 2,43 metros de diámetro, un espesor de 6,3 mm., un peso de 570 kg. y un volumen de 7,5m3); a través de sus cuatro “ojo de buey” Bellini vera de primera mano lo que le sucede en el exterior. Y aunque no lo dice, no sería de extrañar que en algún momento se dé una vuelta por el iceberg, esperemos que “no deje las llaves dentro” de la cápsula. Lo importante es el mensaje que lanza Bellini sobre los problemas del deshielo, y con esta expedición pretende lograr dos objetivos: obtener más información sobre los efectos del calentamiento global, para que los científicos lo puedan estudiar, y generar una mayor concienciación social.
Siguiendo la trayectoria de Bellini, se aprecia que su fortaleza mental será su mayor tesoro para poder aguantar un año en su cápsula. Previamente, en los últimos 14 años ha participado en el Maratón de Sables, ha recorrido 2.000 kilómetros en trineo por Alaska, ha recorrido el mar Mediterráneo y el océano Atlántico a remo durante 227 días, hizo otra travesía a remo entre Perú y Australia que le llevó 294 días, y ha recorrido 5.300 kilómetros a través de los Estados Unidos de Norteamérica durante 70 días. Uno podría que le falta alguna tuerca, pero la realidad es que tiene una gran fortaleza neuronal.
Habrá que esperar hasta mediados de noviembre cuando Bellini se pose con su cápsula ADRIFT 2015 en el deseado iceberg.