A inicios de este año la aparición de ChatGPT revolucionó el sector del marketing digital. Muchos marketeros, y creadores de contenido, se vieron amenazados por esta herramienta que estaba llamada a hacer desaparecer numerosos puestos de trabajo.
Una vez ha pasado un tiempo prudencial, y después de que otras grandes compañías hayan promovido sistemas de IA similares, la realidad es que los temores iniciales se han disipado un poco. Nadie niega que los sistemas de generación automática de contenidos puedan ser relevantes, pero la tecnología todavía está por optimizarse y muchos profesionales del sector pueden respirar con cierta cautela.
Todo esto no implica continuar el día a día como si nada, sino que hay que tomar nota de lo que proponen los avances tecnológicos para sacar partida de estos. La figura del copywriter, por ejemplo, haría bien en tomar estos nuevos sistemas de lenguaje como una fórmula más de ayuda para generar sus propios textos.
Desde fuera, la misión del copywriter parece simple, y no es más que sacar el máximo partido de las palabras para generar interés en quien las recibe y lograr un objetivo muy concreto, que esa curiosidad se transforme en una acción beneficiosa para la empresa: venta directa, suscripción, participar en un concurso.
Con todo esto, y para dejar de lado definitivamente los miedos por la llegada de la IA al territorio del marketing, aquí van algunas claves para mejorar el copywriting y la escritura persuasiva de ventas.
Busca historias reales
Trasladar esta idea a un texto convincente obliga a conocer a los usuarios, hablar con ellos, descubrir sus vivencias… y a partir de ahí, utilizarlas como inspiración para el trabajo. Esto se puede conseguir desde muchas vías, pero una de las más prácticas son las redes sociales: los hilos en Twitter y Reddit, los vídeos de TikTlok, foros en internet, comentarios en Facebook. Ahí se obtienen vetas valiosísimas que pueden ser el punto de partida para narrar una historia con un fin comercial.
Ayúdate también de lo negativo
La tragedia y las malas experiencias forman parte de nuestro día a día. No hay que dejarlas atrás. Cualquier persona se enfrenta en su vida a momentos que no son felices, que les reportan tristeza, emociones negativas y sensación de frustración.
Es importante que las marcas sean conscientes de ello, porque de lo contrario estarían vendiendo un mundo idílico que no es real. No se trata, por tanto de lanzar mensajes negativos, sino de adaptar el contenido a la realidad que pueden vivir los potenciales consumidores.
Las empresas tienen que mostrar su verdad con luces y sombras. Si la inflación está desbocada, es más inteligente lanzar mensajes veraces con esta situación que intentar encandilar al cliente con llamadas a la acción que no se ajustan a la realidad.
Explora más allá de la publicidad
Aunque la publicidad sea el gran escenario donde se mueven los copywriters, es importante alejarse un poco de esta disciplina. Por lo general, la mayoría de agencias o profesionales cuando tienen que crear contenidos, siguen los mismos procesos y se hacen las mismas preguntas. De ahí que sea tan popular el método AIDA que podemos descubrir en cualquier blog de marketing.
Y en realidad no es mala idea seguir estas fórmulas, ya que muchas veces resultan exitosas. No obstante, cabe señalar que puede resultar efectivo, pero no es original. Y esta es una de las máximas del copywriting.
Si queremos que la escritura sea persuasiva, convincente, atractiva y conmovedora, hay que ir un paso más allá. La recomendación de buscar historias reales sigue esa dinámica. A veces es mejor dejar de lado lo metódicamente aprobado por la comunidad para salirse del carril, y a partir de ahí, tratar de reconducir las ideas.
Ensayo error, ensayo error
Para finalizar, no olvides que un copywriter es un profesional de la escritura, y al mismo tiempo del marketing. Su misión no es solo vender, o ganar suscritpores, sino conseguir que esos premios permanezcan en el tiempo.
Hay que tocar la fibra del público al que le llegan los mensajes, y todos sabemos que eso no se logra siempre de manera inmediata. El ensayo error, el darle vueltas constantemente a las ideas, crear borradores y lanzar versiones que no son definitivas son una práctica constante en este trabajo. Así que, si no sale a la primera, sigue intentándolo, pues en el camino irás adquiriendo aprendizaje.