Me gustaría aportar un poco de información sobre esta controversia y, para ello, he echado mano de mi amigo Fran de la Torre, biólogo y erudito en el tema, al que le he realizado algunas preguntas que incluyo en este artículo.
¿Qué es un transgénico?
Un transgénico u OGM (organismo genéticamente modificado) es aquel al que se le ha alterado su información genética, con el fin de cambiar alguna de sus características. Esta alteración puede consistir en añadirle genes de otro organismo, o en modificar o eliminar alguno de los propios.
En realidad, la manipulación genética es algo que llevamos realizando desde la aparición de la agricultura y la ganadería. Las plantas que cultivamos hoy en día poco tienen que ver con sus antepasados silvestres. Hemos alterado su aspecto y su sabor para que se adapten mejor a nuestros gustos y necesidades.
Pero cuando hablamos de transgénicos nos referimos a la manipulación genética realizada en laboratorio, lo que la hace mucho más precisa, permitiéndonos modificar exactamente lo que se desea.
Pero, ¿esta manipulación genética existe en la naturaleza o sólo en laboratorio?
Fran dela Torre: La transgénesis, entendida como un intercambio de información genética entre organismos de diferentes especies, existe también en la naturaleza. Recientemente se ha publicado que los seres humanos han adquirido más de doscientos genes bacterianos, que ya están integrados en nuestro genoma.
¿Y puede ser perjudicial para nuestra salud consumir alimentos transgénicos?
Fran de la Torre: Puede serlo si las cosas no se hacen bien. Exactamente igual que con los no transgénicos. Hay que acostumbrarse a diferenciar aplicaciones singulares de una tecnología y la tecnología en sí. El hecho de que un alimento sea transgénico no conlleva ningún peligro per se, puesto que en cierto modo todo organismo ya es transgénico. La tecnología nos permite hoy en día insertar genes de otras especies, o incluso diseñados en laboratorio, en otros organismos. Un gen inapropiado en un organismo mal elegido puede, por supuesto, crear serios problemas, igual que un fármaco mal diseñado o un alimento mal cocinado. Así que la clave es qué gen o genes se usan, si el proceso se hace de forma correcta, y si se verifica de modo fehaciente que trasladar esa información genética a un nuevo organismo no tendrá repercusiones no deseadas.
¿Y son perjudiciales para la biodiversidad?
Fran de la Torre: La respuesta sería similar a la pregunta anterior. Pueden serlo, dependiendo de qué genes incluyamos. Hay estudios serios que muestran cómo otros organismos se ven afectados por la toxina que codifica el gen cryde la bacteria Bacillusthuringiensis, que actualmente producen muchos cultivos alrededor del mundo. Pero dudo que esta afectación fuese menor con el uso de pesticidas tradicionales.
¿Y qué papel tendrán en el futuro este tipo de alimentos?
Fran de la Torre: Estamos asistiendo al despegue, balbuceante pero con muy pocos contratiempos serios, de una tecnología con el poder de mejorar la producción de alimentos, grandes aplicaciones en medicina, en nuevos materiales, y prácticamente en cualquier otro ámbito que se nos ocurra. La resistencia social es comprensible por el desconocimiento general de cómo se obtienen estos organismos y de qué complicaciones podrían generar, pero eso se cura con información y con la confianza en las instituciones que deben ejercer un control estricto sobre las corporaciones y entidades que desarrollen nuevos organismos genéticamente modificados.