El riesgo de colapso de puentes es «real e irá a más». Así se expone en un artículo publicado este martes en la prestigiosa revista Nature en el que un equipo internacional de especialistas, entre ellos la profesora e investigadora de la Universidad de Vigo Belén Riveiro y tres investigadores de la Universitat Politécnica de Valencia, advierte de la elevada probabilidad de que los daños a este tipo de infraestructuras se intensifiquen debido a múltiples factores.
En concreto, estos puentes, por los que día a día cruzan cientos de miles de personas, están sometidos al deterioro de los materiales con los que fueron construidos, a la evolución de los vehículos y los trenes que los cruzan (con cargas mucho mayores de las que se consideraban cuando fueron concebidos) o a la presencia cada vez más habitual de fenómenos meteorológicos extremos.
Por ello, los autores de este estudio urgen abordar los retos a los que se enfrenta la ingeniería estructural, debido a los ya vividos colapsos de puentes como el de Francis Scott Key de Baltimore (Estados Unidos de América) el pasado mes de marzo.
Así, piden medidas que garanticen la seguridad de este tipo de infraestructuras que, a su juicio, deben pasar por la incorporación de nuevas tecnologías de monitorización estructural que permitan evaluar en tiempo real las condiciones de seguridad «tal como ocurre en otras industrias como la de la automoción o la aviación».
Además, también solicitan la actualización y la armonización de la normativa de diseño y evaluación, «ya que la mayoría de los códigos y estándares de seguridad actuales están centrados en el diseño de puentes nuevos, no en evaluar la seguridad de los envejecidos».
En el artículo, analizan las principales causas que provocan colapsos de puentes, destacando las accidentales, que son «muy difíciles de predecir y obligan a tener medidas de mitigación tales como el establecimiento de áreas de protección que impidan que vehículos puedan llegar a colisionar con elementos estructurales críticos», explica Riveiro, según recoge el Diario de la Universidade de Vigo (DUVI).
Sin embargo, según ella, las estadísticas demuestran que la mayor parte de los colapsos son consecuencia de la falta de mantenimiento o a la sobrecarga de la estructura, como ocurrió en 2018 en el viaducto de Polcevera, en Génova (Italia), que causó la muerte de 43 personas.
«En este contexto es donde se encuentran los grandes desafíos de la ingeniería de puentes, dado que existe una gran incertidumbre sobre las condiciones reales futuras en las que estarán trabajando estos puentes», ha añadido la investigadora de la UVigo.