La campaña forma parte del proyecto ”Ecología del reclutamiento de la Merluza Europea”, DREAMER, financiado por el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica 2013-2016 en el marco del Programa Retos Sociales y, en concreto, del reto “Seguridad, calidad alimentaria; actividad agraria productiva y sostenible; sostenibilidad de recursos naturales, investigación marina y marítima”.
El proyecto, que se inició en 2016 y concluirá en 2019, contempla la realización de dos campañas en el Golfo Ártabro. El fin último es realizar un estudio integrado del reclutamiento de la merluza europea del Noreste Atlántico (stocks norte y sur).
Se enmarca, además, en una colaboración interinstitucional iniciada en 2010 entre el CSIC, a través del Grupo de Ecología Pesquera del Instituto de Investigaciones Marinas, y AZTI, centro tecnológico experto en innovación marina y alimentaria, para analizar la ecología de la merluza.
El proyecto: contexto y objetivos
“La merluza europea está fuertemente explotada por las pesquerías de varios países europeos, por lo que en la última década la Unión Europea ha implementado planes de recuperación, dando como resultado que la biomasa reproductora se ha recuperado. No obstante, el reclutamiento sigue siendo altamente variable y en el caso del stock sur del Atlántico sigue decreciendo. Es fundamental entender y predecir la dinámica reproductiva de ambos stocks, el norte y el sur, pues ello determina la capacidad del stock para mantener o aumentar su tamaño”, explican los científicos.
Las investigaciones desarrolladas hasta el momento se han centrado en comprender la ecología reproductiva de la merluza y los factores que afectan a la supervivencia de las larvas hasta llegar a la edad de reclutamiento, es decir, cuando adquieren un tamaño suficiente para que su mortalidad natural sea baja y se incorporen a la pesquería, habitualmente a partir del primer año de vida. Ello ha permitido demostrar la falta de proporcionalidad entre el potencial reproductivo del stock y la biomasa del stock reproductor. Además, se ha observado la importancia de un stock reproductor basado en hembras de gran tamaño, estando esta producción muy vinculada a los procesos de maduración, y se ha descrito un patrón de puesta complejo, muy prolongado en el stock sur, con dos picos de puesta, uno a finales de invierno y otro en verano.
“La sospecha de que existan dos componentes de puesta temporales (veranoinvierno) bien diferenciados y aislados en el stock sur de merluza crea muchos interrogantes relativos a la contribución de cada componente reproductor a la población final de reclutas. Sin ningún género de dudas esta es una característica que debe ser investigada junto con el grado de conectividad entre las dos poblaciones atlánticas”, destaca Fran Saborido (CSIC).
En este contexto, el proyecto aborda por primera vez el estudio conjunto del reclutamiento de la merluza tanto en el stock norte (Gran Sol y Golfo de Vizcaya) como sur (Galicia, y en menor medida Portugal) y parte de la hipótesis de que existe una diferencia estructural entre los stocks norte y sur que hace que respondan de forma diferente frente a la presión pesquera y a los cambios ambientales.
También, por primera vez se van a estudiar los dos componentes estacionales de puesta, la dinámica trófica de las larvas, o el reclutamiento diferencial entre sexos. A ello se une la profundización en otros temas poco estudiados, como la conectividad, los cambios inducidos por la pesca y la resiliencia.
“Vamos a profundizar en las cuatro dinámicas de la especie: reproductiva, ambiental, larvaria y de reclutas. Para abordar este objetivo con mayor eficacia se incorpora información de la población más al norte (Noruega) y al sur (Portugal) de la zona principal de estudio (Galicia, Golfo de Vizcaya, Gran Sol o Mar Céltico) y para ello se cuenta con la colaboración de tres organismos de investigación extranjeros (Universidad de Bergen, Instituto de Investigaciones Marinas de Bergen y el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera)”, destacan los científicos.