La comunidad de Galicia es bien conocida por conservar como ninguna sus tradiciones culturales. Los juegos populares no son una excepción, y se siguen practicando de la misma manera que hace siglos. Es lo mismo que quien juega al casino en vivo desde casa y antes iba al establecimiento a hacerlo. Cambian las formas, pero no la esencia, que es pasarlo bien. Por eso, te invitamos a que conozcas cuáles son los juegos tradicionales de Galicia que todavía siguen siendo una referencia para las nuevas generaciones.
Los juegos tradicionales de Galicia que se siguen practicando ahora
La precisión de A Chave
Uno de los juegos más populares es «A chave», o «La llave». Su planteamiento es muy sencillo, un jugador lanza unos discos metálicos hacia un objeto que está en pie unos metros más adelante. El objetivo del juego es derribarlo con los lanzamientos. Tradicionalmente, ha sido practicado por hombres, pero las mujeres también demuestran sus habilidades en los lanzamientos y, a decir verdad, no se les da nada mal.
Buxaina, la habilidad al poder
La «Buxaina» es otro de esos entretenimientos que siguen gustando tanto a pequeños como a grandes. Es lo que en el resto del país se conoce como la peonza o la trompa o el trompo. Consiste en una pieza, originalmente de madera, si bien ahora las hay de material plástico, y hay que hacerla bailar con una cuerda que se le enrolla alrededor. Lanzar la «buxaina» requiere de bastante habilidad y hasta que se consigue puede pasar mucho tiempo. Es el típico juego al que los escolares van recurriendo de manera periódica. Se organizan verdaderas batallas de «buxainas» muy reñidas.
Bilarda, 2 palos como entretenimiento
Con 2 palos podemos jugar a «A bilarda». Su planteamiento no puede ser más sencillo, pero proporciona horas y horas de entretenimiento a quienes lo practican. Un palo pequeño se coloca en el suelo, y con otro más grande se le da un golpe, con el objetivo de hacerlo elevarse del terreno. Una vez que ha tomado cierta altura, no es sencillo, hay que darle con el palo grande que sostenemos en la mano y lanzarlo lo más lejos posible. Miles de niños gallegos de antes y de ahora ven en este entretenimiento una forma de pasar el rato en el que la concentración es clave. Muy típico de zonas rurales, donde con 2 simples palos eran capaces de matar el tiempo.
A pillar con A Pita cega
El juego de «A Pita Cega» es conocido en el resto de España como la «Gallinita ciega». Habitualmente era jugado solamente por niñas, pero ya ambos sexos disfrutan por igual del juego. Todos los niños hacen un corro cogidos de la mano, y dentro de él se pondrá otro con los ojos vendados. También existe la posibilidad de que estén sueltos, no obstante, si se juega a corro será mucho más fácil para quien hace de gallina. Comenzará a sonar música, y ese niño o niña tendrá que ir pillando a todos los demás. Si no hay música o no se canta ninguna canción, será mucho más fácil. De lo que no cabe duda es de que ha proporcionado una gran cantidad de horas de entretenimiento a todos los niños gallegos a lo largo del tiempo.
Bolos celtas, toda una religión
Los «Bolos Celtas» son practicados en periodo de fiestas populares. No difiere mucho de los juegos de bolos que se practican en el resto de España o en otros países, aunque siempre se juega en espacios abiertos. Tanto las bolas como los propios bolos antes de una manera específica y con unas medidas muy concretas, empleándose siempre madera de boj. En Galicia hay mucha tradición de jugar a los bolos celtas, y hay verdaderos especialistas en su práctica. Para derribar los bolos pueden lanzar al aire o bien haciendo rodar la bola. De lo que no cabe ninguna duda es que la diversión está siempre asegurada.
La bugalliña, la naturaleza como recurso
Finalizamos con la «bugalliña», que es originario de Orense y que se practicaba de manera exclusiva por mujeres. Se juega en superficie de tierra. Su planteamiento es simple, lanzar unas bolas de madera y meterlas en un hoyo al que se le llama burata. Antiguamente, se practicaba con una tumoración que les salía a los robles y que eran redondeados, y que en gallego se les llama bugallos. Con el tiempo, se adoptó la bola de madera, pero la esencia era la misma, pasar unos buenos momentos de entretenimiento con aquello que proporcionaba la naturaleza. Como puede apreciarse, los juegos más sencillos eran de lo más entretenido y siguen cautivando a los niños y jóvenes.
Por desgracia, el paso del tiempo hizo que algunos desaparecieran, sin embargo, todavía perviven gran cantidad de juegos tradicionales en Galicia que, lejos de perderse, siguen gozando de mucha aceptación. Conservar nuestras costumbres y cultura es la mejor manera de apostar por la esencia de lo nuestro. En Galicia se estima mucho lo tradicional, y no cabe duda de que los juegos conservan el encanto de lo auténtico.