En la actualidad los niños comienzan a interactuar con dispositivos móviles desde muy pequeños. Las tabletas y computadoras portátiles son cada vez más comunes desde los niveles más tempranos del prescolar y la escuela primaria, y seguramente ya desde que son bebés en casa comenzaron a obtener los fundamentos del manejo de pantallas táctiles.
Con ese panorama no es de extrañar que muchos pequeñajos que ni siquiera han llegado al bachillerato ya tengan teléfonos propios, con todas las preocupaciones que ello conlleva para los padres que aún no confían en los servicios de un software de control parental. Y cuando ya comienzan oficialmente la adolescencia, los riesgos asociados al exceso del uso del móvil y las redes en general lo que hacen es multiplicarse.
Desde detectivesprive.com hemos preparado una lista con los siete peligros más frecuentes a los que se enfrentan los niños y adolescentes que utilizan de forma regular un móvil, y que a su vez cuentan con acceso a internet:
Vulnerabilidad ante contenido inapropiado en la web
Un buen control parental en los móviles de los niños y adolescentes ya no solamente está en evitar que accedan a webs de pornografía, contenido violento o cualquier otra categoría que esté prohibida para su rango de edad. Hoy en día también hay un crecimiento preocupante de lo que se conoce como “retos virales”, unas ociosas prácticas en redes sociales que pueden llegar a ser fatales.
El ciberacoso y sus peligrosas consecuencias
Un estudio realizado en cuarenta y cinco países por la Organización Mundial de la Salud a principios del año en curso reveló un preocupante aumento de los problemas mentales en los adolescentes, y según el mismo ente el ciberacoso está entre las principales causas del crecimiento de mencionada ola. Por ende, los padres de hoy tienen que estar atentos a posible acoso mucho más allá del patio de recreo.
Contactos poco confiables en redes sociales
No es necesario que entremos en detalle sobre los posibles riesgos que acechan a los niños y adolescentes en redes sociales, ya que basta hacer una investigación semanal en prensa internacional para percatarse sobre la gravedad y recurrencia de casos de abusos a menores engatusados mediante comunicaciones en redes sociales.
Adicción a los dispositivos electrónicos y a internet en general
Vamos a sincerarnos: antes de la pandemia del COVID-19 muchos jóvenes ya igualmente no podían pasar ni un solo día sin conectarse a internet. Y con la escuela ahora también en la web, la verdad es que resulta bien complicado controlar el uso de los dispositivos electrónicos por parte de los hijos.
No obstante, es sumamente necesario poner algún tipo de límite, ya que de otra forma los niños y adolescentes que pasen más tiempo del recomendado interactuando en redes de forma generalizada estarán vulnerables ante una posible adicción tecnológica.
Envío de datos privados y extorsión
En esta categoría caen tanto las estafas tradicionales de internet para hacerse con datos personales y bancarios, así como casos más oscuros en los que los estafadores se hacen pasar por otra persona para que los jóvenes compartan fotos y videos personales con ellos, y luego inician un proceso de extorsión que está en la capacidad de poner a los menores en situaciones extremas de presión y ansiedad.
Compras online sin autorización de los padres
Es suficiente haber utilizado tu tarjeta de crédito una sola vez en móviles de la generación actual para que sus datos queden registrados en el dispositivo. Y si por casualidad esa información quedó guardada en el móvil de alguno de tus hijos, y no tienes ningún tipo de supervisión sobre su uso del dispositivo, puede que te lleves una sorpresa la próxima vez que revises tu cuenta bancaria.
Disciplina y una buena planificación para mantener orden en el móvil de los más vulnerables de casa
No son pocos los peligros a los que se enfrentan los niños y adolescentes cada vez que utilizan sus smartphones o tabletas personales. La tecnología avanza a pasos agigantados, y mantenerse al día con el manejo de cada aplicación es una tarea que exige un ritmo que a muchos padres se les hace imposible seguir.
Por consiguiente, es importante establecer un régimen de disciplina con relación al tiempo y tipo de uso que le dan los más jóvenes de casa a los dispositivos electrónicos. Por ejemplo, se puede respetar la regla de nada de móviles a las horas de las comidas, durante los momentos de hacer los deberes y antes de dormir. Reglas de este tipo podrían ser de utilidad para evitar que los niños desarrollen dependencia hacia sus móviles.
Y también podrías hacer que el móvil sea tu aliado en esta cruzada. Sin dejar de respetar el nivel de privacidad con relación a la edad de tu hijo, un software de monitoreo que se ejecute de forma oculta podría ahorrarte más de un dolor de cabeza futuro, ya sea para detectar a tiempo un contacto sospechoso, limitar el uso del celular en horas en las que no puedas supervisar personalmente o en qué lugar se encuentran a cualquier hora.