El acusado ha permanecido más de cuatro horas en las dependencias judiciales después de llegar poco antes de las 11.00 horas a los tribunales. Allí llegó conducido por la Guardia Civil, con la cabeza gacha y la tapada con una capucha. A su salida ha mostrado el rostro pero no ha querido responder a las múltiples preguntas que le han efectuado los medios de comunicación.
Sí ha contestado su letrado, que ha insistido en la colaboración que ha mostrado en todo momento al declarar y ha desvelado que su representado contó a la jueza el tipo de material que tenía almacenado en el inmueble en el que se originó la explosión.
Según indicó, su intención es “colaborar con la Justicia y explicar lo que pasó”, aunque no precisó la cantidad de productos pirotécnicos que acumulaba en el lugar de la deflagración. “Él manifestó lo que tenía allí, nitrato de potasio”, ha apuntado el abogado, que también ha recordado que el acusado tiene la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes.
Los cargos se le imputan son un presunto delito de riesgo catastrófico -en la modalidad de delito de riesgo provocado por explosivos y otros agentes-, dos homicidios imprudentes, daños imprudentes y lesiones imprudentes.
Las fuerzas de seguridad detuvieron el miércoles a Francisco G.L. al considerarle presunto responsable del estallido que causó en Tui dos muertos -un matrimonio marroquí- y 37 heridos, además de múltiples destrozos en toda la zona que rodeaba al inmueble que utilizaba como almacén en la parroquia de Paramos.