Al ver la inmensa nube de humo que salía de la zona cero, de Paramos, se fueron descartando hipótesis como la de un terremoto pero ésta llegó a ser una opción para muchos. De hecho, el Instituto Geográfico Nacional (IGN), y más concretamente su departamento de sismología, empezó a recibir múltiples llamadas de vecinos de la zona avisando de que se había producido un temblor de tierras.
Los expertos del centro descartaron esa posibilidad enseguida al no haber registrado ningún terremoto, pero desde allí también hacen seguimiento a explosiones, ya sean controladas como en canteras o imprevistas como la de Tui. Así pues, enseguida detectaron lo que había ocurrido.
Las siete estaciones que poseen en la zona recogieron el estallido, cuya onda expansia se sintió con fuerza, además de en Tui, en puntos como Vigo, Valença, Redondela…
“Las explosiones y los terremotos tiene lógicamente características distintas pero para una persona sí pueden resultar similares a la hora de sentirlos. La gente al principio no sabe qué ha pasado”, cuentan desde el IGN. “Una vibración por ondas puede ser parecida a la que provoca un terremoto, pero la primera no va por la tierra y la segunda sí”, aclaran.
¿Pero podrían los expertos establecer una equivalencia para saber de qué impacto estamos hablando? La respuesta es sí. Se puede determinar una semejanza con lo que habría sido la magnitud de un terremoto. De hecho, un técnico del departamento de sismología efectuó este jueves la operación y el resultado fue de 1,3 grados en la escala Richter.
Aunque todo –o casi todo- el mundo en la comarca lo percibió de una manera bastante intensa, los expertos aseguran que se sintió como si fuera un sismo de escasa importancia. “Se asemejaría a un terremoto muy pequeño”, apuntan.