Esta nueva infraestructura, en la que la Xunta invierte casi 3 millones de euros -sumando el presupuesto para obras y para la adquisición del edificio a la Tesorería General de la Seguridad Social-, unificará en un mismo edificio las tres unidades judiciales que estaban actualmente dispersas en la villa. Esto redundará en un beneficio para los 27 trabajadores, así como para todos los vecinos del ayuntamiento y del partido judicial, del que forman parte unas 50.000 personas.
En total, tras el fin de los trabajos, las dependencias judiciales ganarán algo más de 1.100 metros cuadrados de superficie en comparación con la actual. El edificio albergará tres juzgados con tres salas de vistas, y las dependencias auxiliares necesarias.
La distribución será la siguiente: en la primera planta, las dependencias puramente administrativas; en la planta baja -a la que accede el público- estarán las salas de vistas, el Registro y otras dependencias, como las del Imelga o de la Oficina de atención a la víctima; ya en el sótano se ubicarán las instalaciones, almacenes o calabozos.
Además de la mayor comodidad que supone unificar en un solo espacio renovado todas las dependencias, el edificio tendrá también otras ventajas como la mejora de la eficiencia energética para contar con unas instalaciones funcionales y modernas.
Este proyecto forma parte del plan de infraestructuras judiciales que se impulsó en 2009, y que cuenta con una inversión de unos 100 millones de euros para renovar y mejorar las sedes judiciales gallegas.