La denuncia de los vecinos permitió a la Guardia Civil descubrir un nuevo almacén ilegal en el que Francisco G.L., dueño de la pirotecnia La Gallega, guardaba también materiales explosivos. Agentes especializados procedieron a retirar el material encontrado y a su traslado a una cantera para su destrucción.
Este galpón se encontraba en la parroquia de Baldráns, cerca de sede de la empresa pirotecnia y también en una zona en la que existen viviendas próximas. Los agentes encontraron en el interior del galpón 474 kilos de pólvora y 172 de otros productos para la fabricación de explosivos.
El pasado miércoles la explosión de una tonelada explosivos almacenados ilegalmente en la parroquia de Paramos causó la muerte de un matrimonio de origen marroquí, con dos niños de 13 y 8 años, y causó heridas de diversa consideración a 37 personas.
La fuerte explosión causó cuantiosos daños materiales en vehículos, casas y otras propiedades de la zona. El dueño fue detenido y el juzgado encargado de instruir el caso lo dejó en libertad con cargos de homicidio y lesiones por imprudencia y estragos.