El próximo 1 de julio entrará en vigor la medida adoptada por el Gobierno de Portugal que reduce a la mitad la tasa de peaje de cinco autovías que conectan el territorio luso con diferentes puntos de la frontera española. Una de ellas es la A-22, que comunica la región sureña del Algarve con la frontera española de Ayamonte (Huelva).
También se reducen a la mitad los peajes de la A-23, que va desde la frontera hispanolusa de Fuentes de Oñoro–Vilar Formoso hasta la zona costera de Aveiro (región Centro lusa). La A-25, que parte de la A-23 en sentido Lisboa, y la A-24, que va desde Viseu (A-23) hasta la frontera hispanolusa de Chaves–Verín, también reducen sus tasas al 50 %.
Además, a partir del 1 de julio el Gobierno portugués cobrará la mitad por circular a través de la A-28, una autovía que une el litoral del norte luso con la zona fronteriza de Valença-Tui.
Todas ellas son autovías del interior portugués, que han sido motivo de protesta desde su implantación, tanto de los usuarios lusos como de los empresarios de la zona, que han pedido en los últimos años la eliminación de dichos peajes.
El Gobierno portugués ha justificado la reducción de la tasa como una medida para contribuir a la cohesión territorial, especialmente en las zonas del interior próximas a la frontera con España, consideradas como las regiones menos desarrolladas de Europa.
Además, hay otros tres tramos en los que se reducen los peajes a la mitad a partir del 1 de julio: en las autovías A-41 y A-42 de la región de Oporto, y en la vía de la Costa da Prata, situada en la región litoral central. Junto a esta medida, el Gobierno también aprobó que reduciría al 75 % el precio de esos mismos peajes para los que circulen con vehículos eléctricos a partir del 1 de julio.
Sin embargo, por motivos operativos no se podrán aplicar dichos descuentos hasta que se establezca un sistema que reconozca a dichos vehículos eléctricos cuando pasen por debajo de los arcos de las autovías que leen las matrículas y que marcan los puntos de pago.