El primer ministro de Portugal, Antonio Costa, ya conoce de primera mano el malestar de sus vecinos del norte del país por el cierre de la frontera que ahoga su economía. El máximo representante del Gobierno luso acudió a inaugurar la electrificación de la Linha do Minho, entre Viana do Castelo y Valença, y se encontró con una manifestación al grito de «abran as fronteiras, queremos trabalhar».
Desde hace meses tanto Portugal como España han decidido cerrar todos los pasos fronterizos debido a la pandemia del coronavirus. Tan solo las personas que trabajan al otro lado pueden cruzar por determinados puntos y, en algunos momentos de la crisis sanitaria, tan solo unas horas. Concellos, cámaras, empresarios y vecinos de ambos lados han protestado de forma insistente por los daños que causa a la población.
Este lunes, aprovechando la presencia de Antonio Costa, se celebró una concentración en el Largo da Estação, en Valença, por la reapertura de las fronteras terrestres con España. Unas 200 personas se manifestaron desde las 12 del mediodía mientras se celebraba el acto de inauguración en el interior de la estación.
«No podemos soportar más, es insostenible, nuestros cálculos apuntan a un pérdida de 6 millones de euros a la semana entre Melgaço y Caminha», señaló Joao Cunha, portavoz de los comerciantes de Valença. El alcalde de Tui, Enrique Cabaleiro, que también estaba invitado al acto, señaló en la misma dirección y explicó que «no tiene sentido este cierre» en la actual situación. En el lado español, las pérdidas económicas rondan el 70% de la facturación de los negocios.
Las fronteras terrestres con el país vecino están cerradas desde el 31 de enero. En el distrito de Viana do Castelo, solo hay un Punto de Paso Autorizado (PPA) abierto las 24 horas del día, en Valença. Luego hay tres pasos que abren entre las 7 am y las 10 am y entre las 6 pm y las 9 pm: Monção / Salvaterra de Miño; Melgaço / Arbo y, más recientemente, la frontera de Lindoso, en Ponte da Barca.
Por su parte, el vicedirector del Agrupamiento Europeo de Cooperación Territorial (AECT Río Miño), Uxío Benítez, lamentó que el primer ministro de Portugal visitara la región sin anunciar la apertura de la frontera ni las necesarias compensaciones por el daño económico que está causando el cierre a personas trabajadoras y empresas de una y de otra orilla.
Coincidiendo con las peticiones realizadas en las protestas de comerciantes y personas trabajadoras, Benítez destacó que “está muy bien tener un tren electrificado a Lisboa”, pero recordó que a día de hoy no se puede “ni ir entre Valença y Tui” a pesar de que las situaciones sanitarias entre los ayuntamientos de ambas partes del Miño son muy semejantes. El vicedirector del AECT, de hecho, calificó el argumentario dado por Costa de no abrir la raia en la zona del Miño -que eso implicaría abrir la frontera con toda España, incluyendo los lugares donde la incidencia de la Covid-19 es mucho más alta- como “las disculpas de siempre”.