El tribunal de jurado ha declarado culpable por unanimidad a Miguel Ángel G.M. de un delito de asesinato, por haber apuñalado a su vecino de habitación en un hostal de Mondariz (Pontevedra), José Luis F.F., en enero de 2021, y también por unanimidad ve probadas las circunstancias atenuantes de alteración psíquica y confesión.
En apenas unas horas el tribunal popular ha completado el cuestionario que conforma el objeto de veredicto, y ello tras un juicio celebrado en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra en formato reducido, toda vez que el propio acusado reconoció los hechos y se negó a declarar, por lo que las acusaciones renunciaron a gran parte de la prueba prevista.
La confesión del propio encausado, realizada ya el primer día de la vista, y las declaraciones de algunos testigos, como el sargento de la Guardia Civil que instruyó la investigación; la empleada del bazar donde el acusado compró el cuchillo con el que mató a la víctima; los forenses, que confirmaron la muerte por hemorragia masiva tras recibir «entre 80 y 90 cuchilladas»; o los peritos que explicaron el hallazgo de ADN del acusado en un calcetín de la víctima; han dejado poco margen para la duda o la interpretación.
Atenuantes
Además de la atenuante de confesión, el jurado ha estimado probada la alteración psíquica que, si bien no consta que afectara a la capacidad intelectiva del acusado, sí pudo mermar su capacidad de controlar sus impulsos. Esta circunstancia ya había sido reconocida de inicio por las acusaciones, dado que se ha acreditado que Miguel Ángel padece una esquizofrenia paranoide y no estaba siguiendo el tratamiento en el momento de los hechos.
Según refleja el veredito, el tribunal popular considera probado que, entre la tarde del 17 de enero y la noche del 18 de enero de 2021, el acusado fue a la habitación de José Luis y, con el ánimo de acabar con su vida, la asestó «entre 80 y 90» puñaladas (con un cuchillo de cocina de 62 centímetros de hoja) en abdomen, cabeza y espalda, sin que pudiera huir o defenderse. A continuación trasladó el cuerpo hasta un galpón anexo al hostal, y «lo dejó tirado» hasta que fue encontrado, el 22 de enero.
El jurado se ha mostrado contrario a la posibilidad de que se le suspenda la pena de prisión que se le imponga o a que se le otorgue el indulto.
Ante este veredicto, tanto la Fiscalía como la acusación particular (que ejercen los hermanos de la víctima) han mantenido su petición de que Miguel Ángel sea condenado a 14 años de cárcel, y que se le imponga la prohibición de acercarse o comunicarse con los parientes de José Luis por un período de 19 años. La defensa se ha adherido a estas peticiones.