Una Criptomeria japonesa y dos Cipreses de Portugal ubicados en Mondariz-Balneario, se han unido este lunes al ‘Catálogo de árboles singulares’ de Galicia, que con estas incorporaciones suma ya 186 elementos (147 ejemplares y 39 formaciones arbóreas) pertenecientes a 82 especies diferentes.
Así aparece publicado hoy en el Diario Oficial de Galicia, tal y como explicó esta mañana a directora xeral de Patrimonio Natural, Belén do Campo, en el Jardín Histórico de Mondariz-Balneario, donde pudo conocer los nuevos ejemplares singulares e indicó que son los primeros que consiguen tal consideración en el municipio pontevedrés tras la solicitud promovida por el Gobierno local.
Acompañada por el alcalde de la localidad, José Antonio Lorenzo, Do Campo explicó que el Catálogo Gallego de árboles singulares es una herramienta abierta y en constante actualización, ya que pueden proponer la inclusión de elementos nuevos sus propietarios, las administraciones, los centros de investigación o asociaciones y aquellas entidades públicas o privadas que tengan entre sus fines la protección de la naturaleza.
De hecho, desde la aprobación de su reglamento en el año 2007, esta herramienta pública y de carácter administrativo fue objeto de diversas revisiones y periódicamente se someten a información pública a nuevas propuestas para valorar la posible incorporación de ejemplares con valores sobresalientes, como es el caso de estos últimas incorporaciones.
En este sentido, en el catálogo son susceptibles de inclusión todos aquellos árboles y formaciones merecedoras de protección en atención a las excepcionales características del su porte, proporciones, edad, rareza, significación histórica o cultural, interés científico, educativo, estético, paisajístico o cualquier otra circunstancia que las haga objeto de especial protección.
Características
En el caso de los dos elementos catalogados en Mondariz-Balneario, la directora xeral explicó que para considerarlos árboles singulares se tuvo en cuenta tanto su significación histórica y cultural como también los valores estéticos y paisajísticos que atesoran.
Así, la Criptomeria japonesa mide 27,8 metros de altura, 3,60 metros de perímetro y cuenta con una proyección de copa de 5 metros.
Localizada junto al palco de la música del Jardín Histórico del municipio, este árbol aparece ya registrado en la documentación fotográfica más antigua del balneario por lo que se trataría de uno de los pocos ejemplares que perduran hoy en día desde los momentos iniciales del jardín, datado entre 1873, año de creación del balneario, y 1900.
Por lo que respecta a los Cipreses de Portugal, se tratan de dos ejemplares singulares que crecieron juntos, con menos de tres metros de distancia entre ellos.
Con una altura de 20 y 23 metros y 2,80 y 2,14 metros de perímetro, respectivamente, tienen sus copas entrelazadas y constituyen una testigo vivo de la introducción y uso de las coníferas en los espacios ajardinados de Galicia, hacia el último tercio del siglo XIX