La iniciativa de la adopción surgió a raíz de las actuaciones realizadas recientemente por la Patrulla del Seprona de Ponteareas al tener conocimiento de la muerte violenta, supuestamente intencionada, del perro que tenía este vecino, que concluyeron con la investigación penal del presunto autor por un delito de maltrato animal.
A pesar de las distintas intervenciones que lleva realizado el Seprona en la provincia de Pontevedra, con numerosos y distintos casos de malos tratos a los animales, este caso conmovió especialmente a los agentes al conocer, no sólo las limitaciones físicas del propietario del animal, un señor de 77 años con movilidad reducida, sino también y sobre todo de la estrecha relación y dependencia que tenía con su perro que, según sus propias palabras, era “su motor de vida” y “su motivación para moverse”.
Estas circunstancias impulsaron el proyecto que se puso inmediatamente en marcha por el Seprona, que contó en todo momento con la inestimable colaboración con el Centro de Acollida e Protección de Animais (CAAN), para facilitarle a este vecino de Mondariz un perro que, aunque no sustituye al anterior, puede suponerle un revulsivo emocional para conocer a un nuevo “compañero” que le ayudará a reactivar “su motor de vida”.
La entrega, que tuvo lugar en las dependencias del Puesto Principal de la Guardia Civil de Ponteareas, se la hizo el teniente jefe de la Sección del Seprona, que estuvo acompañado de un componente de la Patrulla y del veterinario responsable técnico del Centro de Acollida, José Luis Pedreira.
El centro CAAN
El Centro de Acollida e Protección de Animais de Armenteira (Meis), que depende de la Diputación de Pontevedra y está gestionado a través del Grupo Tragsa, da actualmente cobijo a cerca de 600 animales que esperan a ser adoptados por una nueva familia.
Desde su apertura, en abril de 2013, los profesionales del CAAN han realizado más de 7.000 intervenciones en los 49 ayuntamientos que están adheridos a este servicio provincial, cubriendo una población de cerca de 400.000 habitantes. El pasado año, el centro cerró el ejercicio con cerca de 2.100 actuaciones.
Gracias a algunas de estas labores, sólo en el año 2017, 254 perros fueron devueltos a sus dueños antes de llegar al refugio de Armenteira al estar correctamente identificados y 270 fueron recogidos por sus propietarios en las instalaciones. De la totalidad de animales recogidos por el centro solo un 7,4 % tenían microchip.
Además de trabajar en la erradicación del abandono, el CAAN fomenta el derecho a la vida de los animales a través de campañas de sensibilización y promueve las adopciones. Durante sus cinco años de funcionamiento, cerca de 1.600 perros han encontrado una nueva familia, 387 durante el 2017.