En lo alto existe un antiguo Vía Crucis y una pequeña ermita, construida a principios del siglo XX, y que casi permanece olvidada el resto del año. La altura del monte, próxima a los cuatrocientos metros, permite unas vistas singulares del valle del Tea y de todo O Condado, así como de la población pontareana, cada vez más grande. La fotografía, tomada desde el pueblo de Ponteareas en los años sesenta del pasado siglo XX, muestra el monte y en su ladera, a lo lejos, el convento de Canedo —“San Diego de Canedo”—. En ese humilde convento, hace muchos años estuvo también el erudito Hipólito de Sa Bravo, autor de numerosas e importantes obras entre las que destaca “El monacato en Galicia”, y al que conviene recordar con admiración y agradecimiento por su indiscutible contribución.