Ese año tallado en piedra es la constancia de los siete años pasados desde que Pedro el Grande se convirtiera Zar de Rusia; tres años después de que muriera el rey Carlos II de Inglaterra y dos años después de que Isaac Newton publica su “Philosophiae Naturalis Principia Mathematica”. En aquella época, en España reinaba el rey Carlos II, “El Hechizado”, que al morir sin descendencia provocó la extinción en España de la dinastía de los Habsburgo o Casa de Austria, abriendo así una gran lucha dinástica, mientras en Francia reinaba Luis XIV, conocido como “Rey Sol”. Desde el año 1689 han pasado más de trescientos años (exactamente 328), y durante ellos se han fundado países, han tenido lugar sangrientas guerras y profundos cambios políticos y sociales, y la humanidad se ha visto favorecida por importantes descubrimientos, entre ellos la conquista de la Luna. Pero esa piedra, que ha sido testigo del inexorable paso del tiempo y de tantos avatares, sigue en pie formando parte de la fachada principal de una histórica finca en el entorno de Ponteareas.