La lucha contra el fuego continúa en las comarcas de Condado y Paradanta pero con otra buena noticia: el incendio forestal declarado en Ponteareas se encuentra controlado desde las 13.20 horas de este lunes. Los efectivos desplegados por la Consellería de Medio Rural han conseguido detener el avance de las llamas, que ya han quemado unas 20 hectáreas en la parroquia de Padróns.
Este incendio sigue así los pasos del registrado en A Cañiza, que quedó controlado esta pasada madrugada, a las 01.10 horas, después de que hayan ardido unas 25 hectáreas. Además, aquí se desactivó la situación 2 como medida preventiva por la proximidad de las llamas con el polígono industrial de la parroquia de Oroso, donde se originó el fuego.
Esa situación ante la cercanía con las casas permanece vigente, no obstante, en Arbo, en el incendio más virulento al que se enfrenta el personal de extinción. Ya ha devorado 400 hectáreas y continúa activo. En las labores para detener su avance en la parroquia de Mourentán trabaja un amplio dispositivo que ha aumentado en las últimas horas. Está compuesto por nueve técnicos forestales, 24 agentes, 71 brigadas, 45 motobombas, cinco palas, dos unidades técnicas de apoyo, doce aviones, diez helicópteros y la Unidad Militar de Emergencias.
Estos son los tres incendios forestales de relevancia que sufre la provincia de Pontevedra. Dentro de Galicia, se combate otro fuego de entidad, el que arrastra la localidad de Castrelo de Miño, donde se han visto afectadas 200 hectáreas. Cabe recordar, en todo caso, que la superficie afectada todavía responde a estimaciones provisionales hasta que las llamas sean extinguidas y se realice la medición final.
Así, Galicia entra en agosto pendiente de los incendios forestales y de los termómetros, ante el aumento generalizado de las temperaturas, tanto diurnas como nocturnas, que al menos hasta el martes afectarán a las provincias de Ourense y Pontevedra.
La presencia continuada de una masa de aire cálido sobre la Península Ibérica, procedente del norte del continente africano, junto con el bloqueo ejercido por las altas presiones estacionarias que se extienden desde las Azores hasta el noroeste de Galicia, provocan un calentamiento del aire, que traerá temperaturas muy altas hasta al menos el martes, cuando la barrera anticiclónica comenzará a debilitarse.