Pese a centrar sus esfuerzos en vigilar el cumplimento de las medidas declaradas por el estado de alarma, la Guardia Civil no se distrae su atención sobre la seguridad vial para evitar accidentes de tráfico que puedan agravar la situación en los hospitales. Dentro de estas actuaciones, el sábado pasado, sobre las 21:30 horas, una patrulla del Subsector de Tráfico de Pontevedra detectó en Ponteareas a un taxista que regresaba de efectuar un servicio “con evidentes síntomas de haber consumido bebidas alcohólicas”.
Este conductor profesional, que había dejado a un cliente en el aeropuerto de Vigo y fue parado a la altura del kilómetro 646 de la N-120, arrojó un resultado de 0,50 mg/l y 0,47 mg/l de alcohol en aire espirado, cuando el máximo permitido a estos conductores es 0,15 mg/l.
Como consecuencia, se le inmovilizó el vehículo y se propuso una sanción de 500 euros y la detracción de cuatro puntos del permiso de conducir.
Sólo en la provincia de Pontevedra, la Guardia Civil ha realizado este último fin de semana un total de 230 controles, donde se inspeccionaron 2.701 vehículos y se controlaron a 3.074 personas. En estos dispositivos, intensificados con motivo del estado de alarma, se arrestó a una persona y se detectaron 135 infracciones administrativas por distintos incumplimientos de las restricciones de la movilidad dictadas por el Gobierno de España.