La Sección segunda de la Audiencia provincial de Pontevedra ha dejado visto para sentencia el juicio contra cuatro acusados de secuestrar a un hombre en agosto de 2019 en una nave industrial de Ponteareas.
Este jueves se ha podido celebrar la vista oral después de que el juicio tuviese que ser suspendido en dos ocasiones anteriores, la última, en el mes de abril, por indisposición de un abogado que este jueves ha intervenido por videoconferencia.
Ante el tribunal provincial los cuatro acusados han defendido su inocencia negando cualquier participación en los hechos.
Uno de ellos ha explicado que había conocido a la víctima unos días antes de supuesto secuestro, cuando acompañó a un amigo hasta su negocio con la intención de comprar una autocaravana. Sin embargo, según ha dicho, al final lo que adquirió su amigo fue «medio kilo de cocaína».
Tampoco la víctima ha reconocido como sus secuestradores a ninguna de las personas que se sentaban en el banquillo de los acusados, por lo que sus abogados pidieron su libre absolución.
Uno de los letrados llegó a sostener en su informe final que toda esta acusación era propia de «un guión de Netflix» y que no se sostenía. Los cuatro abogados que ejercen la defensa han coincidido en destacar la «absoluta falta de pruebas» de la Fiscalía y que «solo hay indicios absurdos cogidos con un hilo».
La Fiscalía pedía inicialmente 10 años de prisión por el delito de secuestro y una pena de multa de 180 euros por un delito leve de lesiones. Al finalizar el juicio, la representante del Ministerio Público ha modificado esa solicitud de condenas, entre otras razones, al tener en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, los hechos que se juzgaron habrían tenido lugar el 10 de agosto de 2019, cuando el propietario de una nave de Ponteareas al acceder al interior de la misma varias personas «se abalanzaron sobre él, lo tumbaron en el suelo boca abajo y lo ataron de pies y manos, con bridas y cinta aislante».
Los secuestradores le colocaron una funda de almohada cubriéndole la cabeza al tiempo se la pisaban y golpeaban.
Le exigían que les entregase «el dinero y la mercancía, refiriéndose a cocaína, que tenía consigo y que si no lo hacía acabarían con su vida».
Finalmente, el hombre aprovechó un descuido de sus captores y escapó a una zona donde pudo pedir ayuda y llamar a la Guardia Civil.