Que un Ayuntamiento se posicione contra una entidad bancaria no es muy habitual. En cambio, el Concello de Salvaterra do Miño ha dado un paso al frente para defender los intereses económicos de sus vecinos reclamándole a Abanca que deje sin efecto las comisiones de 50 euros que ha empezado a cobrar a algunos de sus clientes y devuelva esos importes a los consumidores.
La entidad financiera cobró la semana pasada de forma masiva estas comisiones a aquellos usuarios que no cumplen una serie de requisitos –ingresos regulares mínimos, una cantidad mínima de dinero ahorrado o gastos determinados con las tarjetas, entre otras cosas-, lo cual sorprendió a muchos de ellos y ha propiciado una avalancha de quejas en las oficinas y a través de las redes sociales.
Al exigirse estas condiciones, los más perjudicados han sido los clientes con peor posición financiera, por lo que su situación se ha agravado más. Según han denunciado algunas asociaciones, gente que percibe subsidios o rentas mínimas de 426 euros han visto cómo desaparecían una parte sustancial de sus ingresos mensuales.
Por eso motivo, el Concello de Salvaterra ha solicitado “la urgente retirada” del cobro de estas comisiones y su “reposición” a aquellas personas a las que se les haya quitado el dinero de sus cuentas. La alcaldesa de Salvaterra, Marta Valcárcel, ha enviado un escrito a la sucursal de Abanca en el municipio para que atienda su petición y actúe en consecuencia.
“Ante la situación social y económica que se está produciendo a consecuencia de la COVID-19, el incremento de familias que son atendidas a través del departamento de Servizos Sociais y ante la situación de crisis económica que se prevé en los próximos meses, entendemos desde esta Alcaldía que esa entidad debería solidarizarse con la situación que estamos viviendo”, señala.