El bajo estaba dividido en tres estancias que se destinaban a garaje, taller y cuarto de la caldera. Todas resultaron afectadas por el fuego, así como los objetos que se almacenaban. También los gases provocados por la combustión alcanzaron la parte superior de la vivienda, aunque nadie resultó herido.
En la extinción del fuego trabajaron los bomberos de Ponteareas, los bomberos del Baixo Miño y la Guardia Civil. Los diferentes efectivos desplazados poco pudieron hacer para evitar los daños, ya que cuando llegaron las llamas ya habían quemado las tres habitaciones. La alerta llegó al 112 Galicia a través de la llamada de un vecino que colaboraba con los ocupantes de la vivienda para sofocar el incendio.