El anuncio del Ministerio de Interior de mantener únicamente abierta la frontera con Portugal 24 horas en el paso de Tui-Valença y con limitación horaria en Salvaterra-Monçao supuso este sábado un nuevo ‘mazazo’ y un gran malestar para los ayuntamientos transfronterizos del Miño. Estos consideran que se va a volver a repetir la problemática del pasado confinamiento, por lo que solicitan que los pasos de Tomiño-Vila Nova de Cerveira y Arbo- Melgaço también estén operativos –con los controles necesarios- para facilitar el tránsito de personas trabajadoras y el mantenimiento de las relaciones laborales y económicas.
El vicedirector del Agrupamento Europeo de Cooperación Transfronteiriza ‘AECT Río Miño’, Uxío Benítez, afirmó que la decisión de los gobiernos español y portugués supone un “nuevo agravio” porque “llueve sobre mojado”, ya que a estas alturas “deberían conocer la singularidad de la frontera pontevedresa”, que asume el 50% del tránsito de vehículos de toda la «raia» ibérica, y no volver a caer en los errores del cierre impuesto entre marzo y junio, que provocó serios problemas para los trabajadores transfronterizos.
Insiste Benítez en que los gobiernos de Madrid y Lisboa no pueden equiparar la situación del territorio miñoto con las realidades de Castilla-León, Andalucía o Extremadura, comunidades a las que concedieron el mismo número de pasos que a Galicia, e incluso uno más (en el caso extremeño) a pesar de que la densidad circulatoria es muy inferior. Reconoce que por Tui-Valença transitan habitualmente cerca de 16.000 vehículos/día (casi 20.000 incluyendo el puente viejo) –siendo el 1º por afluencia de toda la frontera- y por Salvaterra- Monçao alrededor de 9.000 (4º), pero subraya que Tomiño-Cerveira es el 5º paso de toda la «raia» con casi 6.000 y que Arbo está entre los 10 primeros, con alrededor de 3.000.
Según el nacionalista, no es de recibo que nuevamente, por no habilitar controles con agentes de las fuerzas de seguridad estatales en la frontera, “ahorrando un gasto laboral ínfimo”, se pase el coste del cierre a la ciudadanía, que nuevamente va a tener que dar importantes rodeos de más de 60 kilómetros para llegar a sus puestos de trabajo al otro lado de la «raia», con el consiguiente incremento en el gasto de combustible y tiempo de trayecto.
Para intentar revertir la situación, el vicedirector del AECT y también diputado provincial de Cooperación Transfronteriza Uxío Benítez anunció que el próximo lunes, en una reunión prevista con el delegado del Gobierno convocada para otros asuntos, pondrá sobre la mesa el malestar de los ayuntamientos de la «raia» y la solicitud de apertura de la totalidad de los seis pasos en la frontera pontevedresa.
La solución, subrayó el diputado, es perfectamente viable y asumible a nivel de organización, ya que además, la orden publicada en el BOE sobre la restitución de los controles no especifica cuáles son los pasos autorizados “establecidos de común acuerdo con el gobierno portugués”, por lo que depende únicamente de asignar agentes a cada paso por parte del Ministerio.