El paso fronterizo de Salvaterra de Miño estará abierto al tránsito dos horas más cada día y el de Arbo ya permanece activo en es mismo horario, es decir desde las 07:00 a las 10:00 horas y desde las 18:00 hasta las 21:00 horas. La medida, anunciada este lunes por la subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, no ha contentado a los alcaldes de la ‘raia’, que anunciaron reclamaciones ante la Comisión Europea.
Larriba acudió este lunes al paso fronterizo de Tui para supervisar la labor de control que lleva a cabo la Policía Nacional debido a la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19. El pasado 29 de enero, el Ministerio de Interior aprobaba, a petición de Portugal, el restablecimiento de los controles en la frontera interior terrestre. Desde ese día, la Policía Nacional vigila este paso fronterizo, el único que
permanece abierto las 24 horas del día en nuestra provincia.
Larriba informó de que en los dispositivos de vigilancia llevados a cabo en este paso fronterizo, del 31 de enero al 14 de febrero, se controlaron 93.244 personas y 55.114 vehículos. En total, durante este período, en los dos pasos que permanecían abiertos (Tui y Salvaterra), hasta el día de hoy 97.809 personas fueron identificadas y 58.317 vehículos controlados.
Rebelión en la ‘raia’
Tras el anuncio realizado por la subdelegada del Gobierno, los alcaldes y alcaldesas de los municipios gallegos y lusos anunciaron que acudirán a la Comisión Europea para reclamar que de inmediato se abran todos los pasos fronterizos, sin excepciones y sin horarios.
“Fronteira aberta xa na súa totalidade e con horario pleno”. Esa es la reivindicación desde el territorio miñoto, donde los responsables de los concellos fueron convocados por la AECT Río Miño. Están dispuestos a seguir dando pasos por la vía institucional ante la Unión Europea y el ministro de Administración Interna de Portugal, pero también organizarán nuevas acciones simbólicas de movilización social para llamar la atención de un territorio que se siente ahogado y también “ninguneado” por los gobiernos de Madrid y Lisboa.