Las lluvias de la última semana han llenado por fin la presa de Baíña. El problema de la sequía ha desaparecido definitivamente en el municipio de Baiona, pero los vecinos se han encontrado ahora con otro hándicap. Y es que desde hace días, especialmente en la zona de Sabarís pero también en el resto de los barrios, el agua llega a las viviendas muy turbia.
No es la primera vez que ocurre, puesto que cuando el nivel del embalse baja demasiado, como es el caso de los últimos meses, el abastecimiento empeora. A falta de la confirmación oficial sobre la causa de la turbidez, muchos baioneses han optado por no utilizar el suministro y acudir a agua embotellada.
Lo cierto es que la ocupación de la presa ha pasado del 46 por ciento, hace ahora siete días, al 85% en el último boletín hidrológico de Augas de Galicia. Con esta ocupación se garantiza de nuevo el suministro para los próximos meses y probablemente la Oficina Técnica de la Sequía decida levantar la alerta en los próximos días.
Zamáns aun debe mejorar
Por su parte, el embalse de Zamáns, que actualmente está dedicado a abastecer al Val Miñor, ha vuelto a experimentar una mejoría en la ocupación. Así, del 45 por ciento del lunes pasado ha remontado hasta casi el 58%. En cualquier caso, sigue lejos de sus niveles habituales.
Por último, la presa de Eiras se mantiene en buenos niveles, con un 80% de ocupación.