Las pesquisas comenzaron a finales de agosto tras tenerse conocimiento de la posible existencia de esta plantación. Los agentes centraron su trabajo en una propiedad aislada del núcleo urbano, que estaba cerrada por un muro de grandes dimensiones y que tenía varias edificaciones en su interior, concretamente una vivienda, dos galpones y un invernadero.
Además, de ella “emanaba un fuerte olor marihuana, que parecía provenir del invernadero, el cual parecía estar totalmente ocupado por plantas de gran tamaño, superando muchas de ellas los tres metros de altura”, informa la Comisaría de Vigo-Redondela.
Según sospecha la Policía Nacional, la plantación era gestionada por un solo hombre que pasaba largas horas en su interior y que se encargaba del cuidado y tratamiento de las plantas, así como de su recolección y preparación para la venta.
Además, los agentes confirmaron que “adoptaba diversas medidas de seguridad y tenían un especial cuidado cuando llegaba y salía, así como en sus desplazamientos”. Con toda esta información recopilada, se elaboró un dispositivo para arrestar al sospechoso, que fue interceptado cuando salía de su casa. Tras ello, se realizó un registro en la vivienda, el invernadero y las construcciones anexas.
Fruto de ello se intervinieron “un gran número de plantas”, así como 117 kilos de marihuana, junto con “diversos efectos utilizados para la transformación y venta de sustancias estupefacientes”.
Antecedentes
Tras proceder a su detención y traslado a la comisaría, se le tomó declaración y se realizó una comprobación de las bases de datos policiales, en la cual se confirmó que ya contaba con antecedentes.
La investigación fue llevada a cabo por agentes del Grupo de UDEV-Drogas, perteneciente a la Brigada de Policía Judicial. El detenido y todo lo actuado fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Porriño.