Una vecina de Mos, Pilar Pardo, ha hecho esta semana un llamamiento desesperado ante la situación que padece desde hace meses. Según ha informado a través de un vídeo, prestó la planta baja de su casa a una familia como gesto de caridad, dado que supuestamente se iban a quedar en la calle y como solución provisional mientras no hallaba una nueva vivienda.
Sin embargo, lo que comenzó como un gesto solidario se ha convertido en una pesadilla ya que esta familia, que ha ido incrementando el número de personas conforme pasaba el tiempo, no solo se ha negado a irse de la vivienda tras varios meses, sino que acumula basura por todo el bajo de la vivienda y ha comenzado a amenazar a Pilar y a su familia.
Por este motivo, ante esta ‘okupación’, Pilar aprovechó un descuido para colarse en la planta baja y hacerse, a su vez, ‘okupa’ de una habituación de la vivienda. Al mismo tiempo, anunció el inicio de una huelga de hambre para llamar la atención sobre una situación en la que se ve totalmente desamparada por las leyes, que no solo no la protegen, sino que benefician a las personas que están en su casa sin que pueda echarlas de allí. «Este país es una mierda», lamenta.
«Voy a salir de aquí muerta o en camilla», amenazó a través de un vídeo que circula en redes sociales. En él, señala que esta situación que padece le ha llevado a estar ingresada en el hospital y también ha explicado a Atlántico que su hijo dejó los estudios por todo esto que está ocurriendo ya que fue él quien intercedió inicialmente para que esta familia pudiese tener un lugar donde vivir. «Luego me di cuenta de que habían dejado deudas en un montón de sitios y veo que es una estafa de manual», ha lamentado.
Ahora, mientras su marido y su hijo residen en la parte de arriba de la vivienda y los ‘okupas’ en la planta baja, ella se ha pertrechado en una habitación de esta última, de donde dice que no saldrá hasta que se vayan los moradores. Aunque dice no haber denunciado, sí señala que se puso en contacto con la Policía y que le han dicho que no puede hacer nada. También señala que la propia alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, se ha interesado por su situación, una vez que amenazó con una huelga de hambre para poner de manifiesto su caso.