Las investigaciones comenzaron a finales del pasado año tras comprobar en la zona un importante trasiego de toxicómanos “para, supuestamente, la compra de drogas”.
A partir de ahí, se iniciaron las investigaciones bajo el marco de la denominada operación “Frontera” y que se desarrollaron durante varios meses en el entorno de esta vivienda hasta que el pasado miércoles se procedió a la entrada y registro del inmueble.
Uno de los detenidos intentó huir después de lanzar por la ventana una bolsa con cerca de 100 gramos de heroína y un arma real municionada.
Dos de las personas detenidas eran pareja y los otros tres estaban en el interior de la vivienda con la presunta intención de comprar algún tipo de droga, y fueron puestos en libertad con la obligación de comparecer en el juzgado cuando sean citados.
Los otros han pasado este sábado a disposición judicial acusados por un presunto delito continuado contra la salud pública, por tráfico de drogas y otros dos de receptación y tenencia ilícita de armas. Ambos tenían un hijo en común del que se hizo cargo un familiar, según han informado esta mañana los responsables de la Guardia Civil.
La Guardia Civil se incautó de medio kilo de cocaína, 114 gramos de heroína, más de kilo y medio de marihuana, cerca de 100 gramos de hachís y un centenar de pastillas de metadona. Los agentes también se incautaron de varias armas simuladas y detonadoras y cerca de 12.000 euros.
También se incautaron en varios garajes anexos de diferentes tipos de herramientas relacionadas con la jardinería y la construcción, aparatos electrónicos, móviles o joyas, “seguramente procedentes de robos en el sur de la provincia”.
Entre lo que significativo que había, según la Guardia Civil, se encuentra una máquina de cortar pescado congelado o huesos.
Los detenidos no tenían antecedentes policiales.