Evelyn de Nueva Zelanda, Émiliane de Canadá, Juho de Finlandia y Antoine de Francia, son cuatro de los 40 participantes de AFS Intercultura que este fin de semana han comenzado a recorrer el trecho del camino portugués que separa O Porriño de la capital mundial del peregrinaje. Para ello, pasarán por los municipios de Redondela, Pontevedra, Caldas de Reis y Padrón. De hecho, este viernes hicieron noche en un albergue de O Porriño para caminar el sábado desde primera hora.
A su lado estarán media docena de voluntarias y voluntarios de AFS Intercultura, organización que desde hace 70 años promueve estas experiencias de conexión intercultural entre personas de diferentes orígenes y destinos.
La misión de esta organización sin ánimo de lucro es que los ciudadanos puedan conocerse a sí mismos, entender al prójimo y aceptar las diferencias culturales para crear un mundo menos conflictivo y más armonioso. De hecho, todos los participantes cuentan con un itinerario educativo que les permita convertirse en ciudadanos globales preocupados por su entorno y por el prójimo.
Para lograr este objetivo, las más de 200 voluntarias y voluntarios de AFS en España organizan convivencias durante el curso (llamadas orientaciones) con dinámicas interculturales y seguimiento de la experiencia de los participantes, y también experiencias como estas jornadas del Camino de Santiago, que permite a los participantes de lugares tan diversos como Finlandia, Canadá, Estados Unidos o Nueva Zelanda, conocer otra parte de nuestro país y vivir tradiciones locales que, al mismo tiempo, trascienden el ámbito nacional.
Los 40 estudiantes que se encuentran camino a Santiago se encuentran conviviendo con una familia anfitriona voluntaria que, desde Jaén a Vigo, desde Cádiz a Bilbao (incluidas las Islas Canarias), han decidido abrir las puertas de su hogar a un adolescente de otro país para afrontar los retos y los beneficios de esta práctica intercultural.
Algunos de estos beneficios consisten en crear lazos duraderos con un joven de otro rincón del mundo, desarrollar valores como la empatía, el conocimiento global y la comprensión intercultural o compartir perspectivas de aquello que nos rodea. De hecho, junto a los participantes y el voluntariado, varios hermanos anfitriones de los estudiantes internacionales realizarán también estas jornadas de senderismo destino Santiago de Compostela.