El comité de empresa de Maderas Iglesias, empresa afincada en O Porriño y dedicada a la fabricación de tarima flotante, ha advertido del «más que probable cierre» de la planta, tras la demanda interpuesta por la banca acreedora por el incumplimiento del convenio, y que fue estimada en su totalidad por el Juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra, con sede en Vigo.
La representación de los trabajadores, encabezada por la CIG, ha responsabilizado a las entidades financieras de la posible desaparición de la empresa, que emplea a 170 personas, pero que llegó a tener una plantilla de cientos de operarios y a ser lider mundial del sector.
La banca presentó demanda de incumplimiento del convenio de acreedores ante el juzgado, que la estimó íntegramente y dio por incumplido dicho convenio. La magistrada recogió en su resolución que «no consta que la parte demandada hubiera promovido, en tiempo y forma, una propuesta de modificación de convenio, ante sus reiterados incumplimientos, con carácter previo a la solicitud de incumplimiento», ni que acreditase «el cumplimiento del plan de pagos en los términos fijados en el convenio».
Esta demanda supondrá, según el comité, «la desaparición de la empresa, que entrará en liquidación en caso de no aparecer un inversor, algo muy poco probable teniendo en cuenta que hasta ahora no se produjo, a pesar de las supuestas gestiones realizadas por la Xunta en este sentido».
Los representantes de los trabajadores mantendrán en próximos días un encuentro con responsables del Igape para abordar la situación y buscar una salida este problema. Con todo, han lamentado que el gobierno gallego se comprometió en su día a informar sobre cualquier novedad acerca de la situación de la empresa o de la actuación de los bancos, pero no trasladó ninguna información al comité «en el último año».
Con carga de trabajo
Por otra parte, han señalado que la sentencia que declara incumplido el convenio llega cuando Maderas Iglesias «se encuentra en el mejor momento de los últimos años», con carga de trabajo y con el compromiso por parte de la dirección de la empresa de liquidar esta semana todas las deudas salariales que tienen con la plantilla.
Por ello, instan a la Xunta a «implicarse en la solución» a este problema «provocado por la denuncia de los bancos y derivado de la mala gestión de la propiedad de la empresa y del impacto de la crisis económica».
«Tiene que hacer todo lo posible para garantizar la continuidad de Maderas Iglesias y evitar la desaparición de 170 empleos, de lo contrario, será cómplice de la desaparición de una compañía puntera en el sector», han advertido, y han confirmado que también han iniciado contactos con los ayuntamientos donde residen la mayor parte de los trabajadores para reclamarles su apoyo.