El juicio contra Juan Paulo Giménez, hermano de Sinaí Giménez, y Rafael G.J. por el tiroteo registrado la madrugada del 19 de mayo de 2019 en una pedida de mano en O Porriño quedó visto para sentencia. El Juzgado de lo penal número 3 de Pontevedra celebró este viernes la vista oral contra ambos por los hechos en los que resultaron heridos de bala dos personas, una de ellas un niña.
Antes de ser expulsado de la sala, al igual que su hermano Sinaí, Juan Paulo Giménez negó ser el autor de los disparos y aseguró que, en ese momento, «yo no estaba en Galicia». «Yo no he hecho ningún tiroteo ese día», señaló Giménez, que reconoció la enemistad de su familia con «Los Zamoranos», el clan también gitano que organizaba la fiesta.
A preguntas de la fiscal ha reiterado que él no tiene relación alguna con el tiroteo y que ni siquiera conoce a las dos víctimas de los disparos, ya que ese día estaba en Sevilla «buscando a mi exmujer que había desaparecido».
Tras señalar que «quien me acusó fue Ana Rosa Quintana», Juan Paulo Giménez explicó que, a pesar de la enemistad de su familia con «Los Zamoranos», él no la tiene porque su mujer es hija de uno de los patriarcas del clan por lo que «me aman y me adoran».
«Esa gente casi nos mata en Cangas»
El otro acusado, Rafael G.J., que según la Fiscalía acompañaba a Juan Paulo el día del tiroteo, también ha negado tener relación con estos hechos y ha afirmado que se enteró «de todo al día siguiente porque lo sabía todo el barrio».
Ha subrayado que conoce al clan que celebraba la fiesta porque «esa gente casi nos mata en Cangas» y, aunque ha negado que Juan Paulo le ofreciera dinero para asumir él las culpas del tiroteo, ha reconocido que «Los Morones» agredieron a su madre para hacerle callar.
A las puertas de los juzgados, antes del inicio del juicio, se concentraron medio centenar de personas, entre ellos varios de los hermanos del principal acusado, el autoproclamado «rey de los gitanos», Sinaí Giménez, uno de los testigos que declaró en este juicio.
Nueve años de prisión
Sinaí Giménez, que también fue expulsado de la sala por la jueza por discutir las instrucciones de la magistrada, ha acreditado -al igual que toda su familia- que el acusado estaba en Sevilla el día que se celebró la fiesta de pedida en la que se produjo el tiroteo.
La Fiscalía pide nueve años de prisión para Juan Paulo Giménez como autor de este tiroteo, misma condena que solicita para el hombre que le acompañaba, Rafael G.J., que al igual que Juan Paulo está acusado de dos delitos de lesiones y un delito de tenencia ilícita de armas.