Los primeros pobladores de Galicia vivieron en O Porriño hace más de 300.000 años, según se desprende de los resultados de las dataciones del yacimiento paleolítico de As Gándaras de Budiño que este miércoles han hecho públicos Eduardo Méndez Quintas, arqueólogo de la Universidade de Vigo, y el alcalde de la localidad, Alejandro Lorenzo.
Este yacimiento fue el primer enclave de la época paleolítica en ser identificado y excavado en Galicia por Emiliano Aguirre en 1963, mundialmente conocido por ser el impulsor del proyecto Atapuerca y recientemente fallecido.
Budiño, según explica el Ayuntamiento de O Porriño en un comunicado, se convirtió así en un yacimiento de referencia a nivel nacional e internacional, pero altamente problemático, ya que las primeras dataciones indicaban una cronología de unos 25.000-15.000 años de antigüedad, cuando este tipo de lugares tenían que tener una edad superior a los 100.000 años.
“Esto llevó a la idea de que en el noroeste de la Península Ibérica existía un Paleolítico atípico y anacrónico con respecto a lo que sucedía en el resto del suroeste de Europa”, ha explicado Méndez Quintas.
“Esto suponía un argumento para defender la idea del atraso secular de Galicia, el cual ya arrancaba en el Paleolítico”, ha añadido.
La investigación
De ahí la relevancia de la investigación en As Gándaras desarrollada por el equipo de investigadores liderados por Méndez Quintas y el investigador Manuel Santonja, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) que resuelven estos errores en la cronología y desmienten esta falsa creencia.
“Los resultados de este estudio son de vital importancia a nivel nacional e internacional, ya que no sólo cambian el conocimiento que tenemos sobre la historia de O Porriño si no que reescriben la Prehistoria de Galicia”, apuntó el alcalde, Alejandro Lorenzo.
Los trabajos desarrollados en la última campaña consistieron en la realización de una excavación en un área de 30 metros cuadrados, que complementaban la campaña de sondajes arqueológicos de 2018, la cual arrojó valiosa información sobre las condiciones de formación de los depósitos geológicos y, sobre todo, de las densas acumulaciones de herramientas líticas que se encuentran en el lugar.
“En la pequeña superficie intervenida se recuperaron más de mil artefactos líticos, entre los que destacan abundantes ejemplos de bifaces y otras piezas características de las industrias de tipo achelense”, ha explicado Eduardo Méndez.
El objetivo principal de estos estudios era, por tanto, resolver la cronología para lo que, entre otras medidas, se obtuvieron muestras geológicas para la realización por dataciones de luminiscencia ópticamente estimulada (OSL) sobre los sedimentos.
El procedimiento de datación se realizó en las instalaciones del Environment Institute for Photonics and Advanced Sensing (IPAS) de la Universidad de Adelaide, Australia, y los resultados confirman lo que sospechaban los arqueólogos: que los niveles antiguos del yacimiento tienen más de 310.000 años de antigüedad, y entre 25.000 y 55.000 años los niveles superiores.
“Podemos decir que As Gándaras de Budiño tiene el yacimiento con presencia humana más antiguo de Galicia”, ha afirmado Méndez.
“La cronología del yacimiento y las características de las herramientas líticas acrecientan la importancia del sitio en el contexto del desarrollo cultural y humano del final del Pleistoceno Medio europeo. Sitios como As Gándaras justifican la coexistencia en esta época de varias tecnologías diferentes (Achelense y Paleolítico Medio Antiguo), producidas a su vez por especies humanas diferentes y con orígenes geográficos diferentes”, ha añadido.
Próximos pasos
Los resultados de las dataciones, así como los generados en esta nueva fase de investigación, se van a publicar próximamente en una revista científica
En vista de los resultados, los trabajos en el yacimiento se retomarán este año, previsiblemente en julio.
“Se intentará agotar el depósito con restos arqueológicos hasta llegar a las capas datadas en más de 300.000 años, para conocerlas con mayor precisión. Ocuparán unas tres semanas de trabajo de campo con la participación de una quincena de personas, incluidos estudiantes de la Universidade de Vigo, de otras universidades gallegas y centros universitarios de Europa.
Los trabajos contarán con aportaciones económicas de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia y el Concello do Porriño