El Juzgado número 3 de O Porriño ha decretado la puesta en libertad de uno de los tres detenidos presuntamente involucrados en el crimen del ciudadano portugués hallado sin vida en un pozo de dicha localidad pontevedresa en 2021.
Tal y como han informado fuentes judiciales, el varón está siendo investigado por un delito de homicidio o asesinato y tras prestar declaración en la mañana de este miércoles quedó en libertad con la prohibición de salir del territorio nacional y la retirada del pasaporte.
Las mismas fuentes han indicado que inicialmente se detuvo a este varón y a dos familiares de él, que quedaron en libertad ya en sede policial y no se prevé que sean investigados en la causa, «sin perjuicio de lo que depare la instrucción».
Sin embargo, tras la declaración de este hombre en sede policial, se decidió detener a otros dos varones, que pasarán a disposición judicial en los próximos días, también en O Porriño.
Todo ello después de que a principios del año pasado fuera hallado un cuerpo sin vida en un pozo de O Porriño, que en abril de este año fue identificado como un ciudadano de Viana do Castelo (Portugal) que había desaparecido hacía más de tres años.
La identificación del cuerpo fue posible gracias a la difusión de un retrato robot, que fue visto por la madre del fallecido, reconocimiento que podría tratarse de su hijo. Finalmente, tras la realización de pruebas de ADN, el resultado fue positivo.
Cuerpo encontrado en 2021
El cuerpo fue encontrado por un empleado de una empresa de limpieza, que iba a realizar unos trabajos en una nave, en febrero del año pasado. El cadáver estaba muy deteriorado y, junto al cuerpo, que tenía señales de violencia, se encontraron también las llaves de un vehículo antiguo marca Renault y una llave convencional, así como monedas acuñadas en Portugal.
Los métodos de estudio genético no permitieron la identificación del hombre, por lo que se recurrió a esas técnicas de antropología forense. Los expertos concluyeron que el fallecimiento se produjo entre 2017 y 2020, y que el cuerpo pertenecía a un hombre de entre 30 y 40 años de edad, de 1,75 metros aproximadamente de estatura, y de complexión fuerte.