La seguridad sanitaria en la vuelta al cole, con la Covid-19 disparada en el conjunto de Galicia, preocupa a muchos ayuntamientos pese a no ser su competencia directa. Es el caso de Salceda de Caselas, cuya alcaldesa acaba de proponer a la Xunta utilizar dos instalaciones no educativas para ampliar el espacio disponible para que el alumnado de la localidad pueda mantener las distancias idóneas y, además, se puedan reducir las ratios de estudiante por docente.
Loli Castiñeira ha remitido una carta a la Consellería de Educación para poner a disposición de este departamento el edificio municipal del antiguo centro de salud y de la antigua escuela unitaria de A Revolta. De esa manera, se conseguiría disminuir la presión en el CEP Altamira y en el CRA Raíña Aragonta.
Salceda cuenta en estos momentos con más de 800 niños y niñas entre Infantil y Primaria. Según argumenta el Ayuntamiento, las instalaciones actuales “non permiten a distancia física suficiente” para garantizar la seguridad sanitaria entre estudiantes.
“Considerando que a colaboración entre administracións cando se trate de garantir a seguridade dos nenos e nenas ten que resultar indiscutible, este Concello pon a disposición da Consellería de Educación o edificio do antigo centro de saúde, situado en pleno casco urbano”, expone el Concello.
Para poder materializar este refuerzo, el Pleno de la Corporación Municipal solicitará este jueves el cambio de uso de los inmuebles, para que se puedan destinar a uso escolar. La alcaldesa también ha invitado a la conselleira de Educación, Carmen Pomar, a visitar los edificios para comprobar su estado y para “coordinar” su posible uso.