«Vecino, visitante, el concejal de Deportes, piensa en ti». Este es uno de los carteles colocadas en las últimas horas junto a la «peculiar» canasta instalada hace unas semanas en la rúa da Garita, al final de la playa de Rodeira, en Cangas. Alguien decidió «dotar» a la zona con esta «instalación» deportiva, pero la idea derivó en la canasta más complicada del mundo.
Y es que justo detrás del tablero se encuentra la vieja salazón (Fábrica de Arbones), actualmente en ruinas y a cuyo recinto está prohibido el acceso. De esta forma, cualquier tiro errado acaba con el balón en un lugar al que no se puede entrar. La situación ha derivado en la mofa de algunos vecinos que en las últimas horas han colocado diferentes mensajes.
«La NBA agradece el interés», reza uno de ellos. En otro se puede observar una propuesta para el gobierno local. Con una canasta dibujada sobre una batea, apunta el ingenioso autor: «Tras mucho pensar, próxima instalación…».