Según la sentencia, el acusado cometió los hechos cuando se encontraban solos en una vivienda de la zona de O Morrazo. La Sala de lo Civil y Penal del alto tribunal gallego ha desestimado las alegaciones de la defensa, pues considera que la sentencia emitida por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra se apoya «en la prueba testifical». Los magistrados rechazan que el acusado haya visto debilitado su derecho de defensa, ya que recuerdan que su abogado pudo «interrogar a cuantos refirieron las declaraciones de la menor». Además, los jueces niegan que el fallo se apoye exclusivamente en unos informes médicos, como sostiene el recurrente.
La Sala de lo Civil y Penal del TSXG también avala que la menor declarase por videoconferencia. “El acusado simplemente se ha limitado a cuestionar la adopción del medio a través del cual se llevó a cabo la introducción del testimonio de la menor, al margen de cualquier irregularidad que en el desarrollo de la misma se pudiera haber producido”, argumentan los magistrados en el fallo.