Familiares de personas de la tercera edad se han querellado contra la residencia Domusvi y contra la Xunta de Galicia por la situación que sufrieron en el centro de mayores de Cangas. Según informó la Federación Galega REDE, que agrupa a usuarios y familiares de residencias de mayores y dependencia, el despacho Xoán Antón Pérez-Lema Avogados e Consultores presentó este jueves una querella criminal en nombre de distintos familiares afectados por la nefasta gestión de la crisis sanitaria en la residencia de DomusVi Aldán-Cangas.
Esta acción judicial, según las mismas fuentes, fue ejercitada contra Geriatros S.A.U., Geriavi S.A.U., contra la directora general de DomusVi España y administradora única de Geriatros, contra la directora del centro residencial DomusVi Cangas, contra la jefa del servicio de Inspección de Maiores, Discapacidade e Dependencia da Xunta de Galicia y contra el director general de Maiores e Persoas con Discapacidade.
La querella se interponen por la posible comisión de los delitos de omisión del deber de socorro, abandono de incapacitados, lesiones y homicidio, ambos por imprudencia profesional grave. Los familiares aseguran haber sido «reiteradamente obviados» durante dos meses, tanto por la propia residencia como por la Administración autonómica que debería supervisar los servicios y atenciones a mayores, discapacitados y dependientes.
«El exhaustivo análisis de la documentación ilustra sobre una gestión absolutamente negligente, imprudente y errática. El desamparo y abandono que durante este período sufrieron tanto los residentes como sus familiares es manifiesto, flagrante y palpable, siendo especialmente grave en el caso de los residentes que están bajo a guardia y custodia del personal del centro residencial, debiendo tener en consideración a especial vulnerabilidad e indefensión inherente la esta situación de dependencia», asegura el colectivo REDE en un comunicado.
Los querellantes son dos familias, una de las cuales relatan que tuvo que rescatar a su madre después de 50 caídas en el centro para llevársela para casa. La otra familia ya no tuvo esa oportunidad, su madre falleció en la residencia. Tanto estas dos familias así como numerosos familiares que están pendientes de ejercitar las acciones judiciales pertinentes, denuncian entre otros muchos hechos graves.
Explican que los internos sufrieron desde bajadas de peso de hasta 17 kgs. en unos meses hasta cuadros graves de deshidratación, falta de limpieza y de higiene, sobremedicación y administración de medicamentos pautados para otros pacientes, entrega de pertenencias de otros residentes, falta de medidas de prevención y seguridad, desinformación en cuanto a la situación clínica de su familiar, fallecimientos inesperados y previsiblemente en soledad, abandono absoluto por parte de la administración, respuestas evasivas por parte de los servicios de inspección, etc.
«A lo largo de este tiempo, y a pesar del desgaste absoluto que estaban sufriendo, los familiares trataron no solo de ser atendidos por su situación personal, sino también de colaborar con el centro en la atención generalizada de los residentes, y de forma reiterada se fueron encontrando con una actitud de desidia, obviando ofertas para la entrega de material sanitario, de voluntariado o propuestas de recogida de radios y otros dispositivos para hacérselos llegar a personas ancianas que vivieron esta situación en soledad, desinformados y recibiendo un mal trato, institucionalizado en muchos casos, por parte de las personas de las que dependían por entero», añaden.
Las asociaciones de familiares REDE, el colectivo de trabajadoras Trega, y este propio despacho de abogados aseguran que están «absolutamente comprometidos» con que los juzgados y tribunales depuren responsabilidades ante la comisión de los graves hechos descritos, con que los familiares obtengan un justo resarcimiento que alivie mínimamente el dolor intenso que sufrieron durante estos meses y, en última instancia, con que el sistema que sustenta el cuidado de mayores, discapacitados y dependientes mejore y ninguno de estos hechos gravísimos suceda jamás.