El vecino de Cangas que la noche del domingo se disparó en un hombro no pudo superar las heridas y murió unas horas después en Povisa. El fallecido había estado durante tres horas encerrado en una vivienda de la localidad en la que residía su expareja, de la que tenía una orden de alejamiento.
Los hechos se registraron pasadas las nueve y media de la noche cuando la mujer dio la alerta. Logró salir de la casa ilesa y avisó a la Policía.
El domicilio, situado en la Avenida de Lugo, fue acordonado por un fuerte dispositivo de Guardia Civil y Policía Local. Los agentes del Instituto Armado intentaron dialogar con el hombre para que entregase el arma y evitar que se produjesen heridos.
Finalmente, el hombre se autolesionó de un disparo en un hombro y los agentes pudieron entrar en el domicilio, siendo trasladado a un centro médico donde falleció poco después.