La primera teniente de alcaldesa de Cangas, Iria Malvido, ha trasladado a la ejecutiva del PSOE local que no va a dimitir tras su positivo en un test de alcoholemia la pasada madrugada, por el que irá a juicio.
Así lo ha trasladado en una reunión de la ejecutiva celebrada en la tarde de este martes, en la que la mayoría de sus miembros han cerrado filas en torno a Malvido a la espera de que sea la dirección federal –en Madrid– la que decida sobre su futuro, según relatan a Europa Press fuentes presentes en la reunión. Tampoco ha habido novedades por ahora sobre una eventual dimisión de la concejala de Deportes, Sagrario Martínez, también del PSOE.
Malvido comunicó a la dirección provincial los hechos ya en la mañana de este martes, pocas horas después. Ahora, conforme a los estatutos y al código ético del partido, el caso se remitirá al Comité Federal.
Y es que, al ser unos hechos de ámbito penal, el asunto quedará en manos de la Comisión de Ética y Garantías de Ferraz, que resolverá lo que considere «a la vista de la naturaleza de las concretas circunstancias del caso», según expone el código ético.
De acuerdo con este mismo texto, un cargo socialista solo se enfrenta a una expulsión segura –tiene que pedir la baja o la Comisión de Ética y Garantías le suspenderá la militancia– si se trata de delitos de cohecho, tráfico de influencias, malversación, violencia de género, delitos de acoso o discriminación, contra la libertad e indemnidad sexuales, torturas o contra la integridad moral.
Iria Malvido fue candidata del PSOE a la Alcaldía de Cangas en las elecciones municipales de 2023 y actualmente es la ‘número dos’ de un gobierno local tripartito que dirige la regidora Araceli Gestido (BNG) y en el que también está presente Esquerda Unida.
Por el momento, el BNG y EU no han comunicado su postura, mientras que el PP ya ha emitido un comunicado en el que exige su dimisión porque que la conducta de los representantes públicos «debe ser ejemplar».