Sorprendente hallazgo el realizado este domingo por varios marineros en Cangas. Eran las seis de la tarde aproximadamente cuando varios pescadores que se encontraban en la zona de la fábrica de Massó «al choco» observaron en el agua un tiburón de considerables dimensiones.
«Estaba moribundo, lo amarramos al muelle con una liña y al sacarlo nos dimos cuenta de que tenía una cuerda atada a la cola y en el extremo había un bloque de cemento», explica Pablo Aller Bastón, marinero natural de Nerga que actualmente vive en Cangas.
El hallazgo provocó una gran expectación en la zona y numerosas personas se acercaron para observar al escualo, de aproximadamente metro y medio de longitud.
Hasta la zona también se desplazó una patrulla de la Guardia Civil, que se hizo cargo del animal y realizó un informe sobre el hallazgo. Hasta el momento se desconoce la procedencia del animal, aunque alguno de los presentes sospechaba que se trataba de una captura ilegal que había sido fondeada.
«Tenía falta de pigmentación y nos lo encontramos en muy mal estado, la verdad es que va a ser complicado saber quién ha hecho esto», explica Pablo Aller, que habitualmente acude a la zona al choco y al calamar a la espera de embarcar para la pesca de bacalao.