La mayoría de sus visitantes desconocen que sus arenas y las aguas que las bañas fueron testigos mudos de las invasiones de los piratas turcos a principios del siglo XVI y, más tarde, del paso de las flotas implicadas en la famosa Batalla de Rande —más conocida mundialmente como Batalla de Vigo—, a principios del siglo XVII, concretamente en el año 1702. En este arenal de Rodeira, también conocido como “Areas Gordas”, cuentan las leyendas que por la noche se reunían las brujas en aquelarre. La ignorancia y los oscuros intereses de algunas personas contribuyeron a señalar a María Soliña como participante activa en aquellas reuniones demoníacas del siglo XVII. El resto de la leyenda se fue construyendo a base de suposiciones y de habladurías hasta llegar a oídos de la Santa Inquisición. La detuvieron y luego la torturaron y quemaron sin piedad en la Catedral de Santiago de Compostela a instancias de la Inquisición, forzándola a confesar lo que quería oír el tribunal. En realidad, María Soliña no tenía nada que ver con la brujería. Su marido y su hermano fallecieron en la playa de Rodeira en una contienda con los piratas y ella, desconsolada, paseaba todas las noches por el arenal., Nada se sabe de su enterramiento ni tampoco lo qué se hizo con sus restos. A pesar de los años transcurridos, su leyenda continúa viva mientras los veraneantes disfrutan de un paraje singular.