La Guardia Civil sigue buscando a los responsables de una explosión en una oficina bancaria de Cangas, esta pasada madrugada. Según sospecha la Benemérita, el objetivo era robar el dinero que estuviera guardado en el cajero de la sucursal, perteneciente a Abanca, pero los ladrones tuvieron que desistir de su propósito al no poder acceder a él.
El ruido de la alarma y el estruendo ocasionado despertaron a las vecinos de la zona en torno a las 05.00 horas de este jueves. Ello obligó a los autores de la detonación a escapar lo antes posible. De hecho, fueron los residentes de la calle Igrexario, en la parroquia de Hío, los que llamaron a las fuerzas de seguridad para alertar de lo sucedido.
Los agentes han acordonado el banco y sus aledaños mientras recaban pruebas e investigan los hechos. A última hora de la mañana todavía no se habían producido detenciones.
Algunos testigos han declarado a las fuerzas de seguridad que vieron a un coche huir del lugar, en el que se acumuló un fuerte olor a pólvora. Los bomberos de O Morrazo acudieron a la sucursal para supervisar el estado del inmueble y confirmaron que solo era necesario ventilar el interior.