Los vecinos de O Hío han vuelto a cortar las carreteras de acceso a las playas en protesta por la inacción municipal y de la Subdelegación del Gobierno ante la invasión de todas las vías por parte de los bañistas sin ningún tipo de control ni tampoco sanción al coincidir con las protestas de la Policía Local, que reivindica una mejora salarial.
La curiosa iniciativa ha llamado la atención de numerosos medios nacionales ya que los vecinos han decidido cruzar ininterrumpidamente durante veinte minutos por tres pasos de cebra por los que se accede a los arenales, cortando el tráfico ante la indignación de los conductores.
A través de un comunicado, los colectivos vecinales de O Hío han remarcado que «todo tiene un principio y un final, por eso los vecinos de esta parroquia hemos decidido unirnos pasando masivamente por algunos de los pasos de cebra en el centro de la parroquia, en el lugar de Iglesario, y hacer un acto reivindicativo de que esta situación no se va a seguir consintiendo el verano que viene». El objetivo de la concentración, convocada de urgencia, ha sido llamar la atención sobre el grave problema de tráfico y aparcamiento de las aldeas este verano.
Las protestas comenzaron en Pinténs el pasado 16 de agosto, promovidas por el colectivo de este barrio, y este domingo se han vuelto a repetir, con el respaldo de más aldeas. «Estamos desbordados, hasta las narices», ha explicado la presidenta de la asociación de vecinos de Viñó, Esperanza Veiga, que ha hecho frente a las críticas de quienes acusan a los vecinos de sumarse al carro de la «turismofobia».
«No estamos contra el turismo, pero esto no puede ser la ley de la selva», insiste. «Cada vez vendrá más turismo y es algo que tendremos que asumir y hacernos a la idea, pero lo que no puede ser es que desde las administraciones no se haga frente a esa situación y se mire para otro lado a ver si se resuelve solo», critica.
La dirigente vecinal, al frente del colectivo desde hace más de dos décadas, remarca que el problema central es la «inacción» del Concello de Cangas ante el caos de tráfico que padecen los vecinos del rural durante la temporada de verano en la que miles de turistas acuden a sus famosas playas sin ningún tipo de control.
«El Concello de Cangas tiene que tomar medidas. Por no negociar con la policía local un aumento de salario pequeño, ahora la policía local no viene a multar al rural, están en su derecho y la ley les ampara, pero en cuanto la gente se ha enterado, ahora viene sin control de ningún tipo y les da igual», lamenta la representante vecinal.
La protesta de este domingo, según señala Esperanza, tuvo menos apoyo del esperado por parte de los vecinos de las propias parroquias, pero sí ha conseguido su objetivo, que es que lograr una ampliar repercusión mediática, traspasando las fronteras gallegas. Pese a todo, no tiene esperanzas de que desde el gobierno local se vaya a cambiar de postura. «Por ahora no he visto que haya salido nadie a dar la cara, se están escondiendo», lamenta.
La invasión turística va en aumento año tras año y en agosto de 2023, hace un año, los vecinos de esta parroquia de Cangas mantuvieron una reunión con el recién nombrado equipo de gobierno –con la nacionalista Araceli Gestido al frente– en la que se les prometió que se valoraría la situación y se impulsaría un plan de tráfico con tiempo para la parroquia. «Llegamos al verano de 2024 sin haber hecho nada, salvo reunirse con nosotros tras la junta con el subdelegado del gobierno del día 24 de abril donde se acordó que se delimitarían las zonas de actuación. Un plan que no será ejecutado a corto plazo», reprocha.
Esperanza subraya que, en todo caso, el año pasado no se llegaban a los extremos del verano actual porque la gente estaba más alerta ya que, entonces, sí había multas. «Este año, al no venir a multar está siendo un caos, todos los caminos están invadidos», remarca. Según indica, la parroquia de Viñó es la que tiene más parcelas tipo leiraparking a disposición de los bañistas pero la impunidad ha hecho que los turistas aparquen por todas partes en vez de dejar sus vehículos en las fincas particulares donde no molestan, «generando grandes atascos, multitud de aparcamientos indebidos e inseguridad en nuestras aldeas».
La vecina, que cuenta con que desde el Concello les vuelvan a convocar en el mes de septiembre «para nada», recuerda que «los que aquí vivimos contribuimos aportando con nuestros impuestos a las arcas municipales igual que los vecinos del casco urbano de Cangas donde si la policía local tiene competencias». Además, recuerda que el desplome en las multas también supone un problema económico para el Concello, que «habrá dejado de ingresar este verano miles de euros».
Por todo ello, acusa al gobierno de Gestido de limitarse a ser «un mero espectador de la situación» que padecen cada fin de semana de verano los vecinos del rural. «Busquen opciones, que sí las hay, para paliar este caos sufrido este año», ha exigido. Por ahora, indica, no están previstas más protestas, pero ha advertido que los vecinos no dejarán de exigir medidas.
Las críticas, no obstante, no se limitan al Gobierno local. «La subdelegación del Gobierno también nos ha abandonado porque el destacamento de la Guardia Civil apenas tiene efectivos y no tiene medios actualizados para sancionar a los infractores. Por ello en contadas ocasiones han acudido patrullas de la Guardia Civil de Tráfico ante las incesantes quejas vecinales», ha señalado.