Este jueves se cumplen dos años del naufragio del pesquero gallego ‘Villa de Pitanxo’, que se hundió en la madrugada del 15 de febrero de 2022 en aguas de Terranova (Canadá), acabando con la vida de 21 de los 24 marineros a bordo.
En los casi 730 días que han pasado desde la tragedia, los familiares de las víctimas no han cesado de pedir que se busque la verdad de lo ocurrido, al encontrarse contradicciones entre las versiones de los tres supervivientes. En la actualidad, el caso está judicializado, con una investigación que apunta hacia la figura del patrón del buque, Juan Padín.
Aquel martes, pasaban unos minutos de las 05.00 horas de la madruga en España cuando saltaron las alarmas, informando de que el buque estaba sufriendo problemas en las gélidas aguas del Atlántico Norte, una zona próxima al lugar donde se hundió también el mítico Titanic en el año 1912.
Según relatan las únicas tres personas que salvaron sus vidas, todo ocurrió muy rápido y en cuestión de 20 minutos el barco ya se había sumergido por completo, quedándose menos de diez marineros en un bote a la deriva durante cinco horas, hasta que fueron encontrados por otro pesquero gallego, el ‘Playa Menduiña 2’. Sin embargo, muchos de los que estaban en la balsa, que tenía una fuga y estaba inundada, no soportaron las bajas temperaturas y fallecieron antes de ser rescatados.
Así, solo el capitán del buque, Juan Padín; su sobrino, Eduardo Rial, y un marinero ghanés, Samuel Kwesi, lograron sobrevivir a la tragedia. Sus relatos sobre lo ocurrido y las malas condiciones que los fallecidos habían denunciado padecer a sus familiares en el buque, hicieron que comenzase una investigación sobre los hechos.
En concreto, Padín y Rial contaron que el motor del Pitanxo paró de forma repentina, quedando el barco a la deriva en medio de una fuerte tormenta, por lo que el mar acabó engulléndolo y con poco margen para que los 24 tripulantes pudiesen hacer algo para salvar sus vidas.
Sin embargo, Kwesi aseguró que el ‘Villa de Pitanxo’ había embarrado (enganchado las redes al fondo del mar), por lo que el capitán trató de hacer varias maniobras para solucionar este problema. Así, el barco comenzaría a escorarse al no ser capaz de soltarse, entrando agua hasta que el motor se paró, sin escuchar a los marineros que pedían que soltase las redes.
INDICIOS DE 21 HOMICIDIOS POR IMPRUDENCIA
De esta manera, el juez Ismael Moreno de la Audiencia Nacional, que investiga el caso, vio indicios de 21 delitos de homicidio por imprudencia, imputando a Padín por los mismos. Tras declarar ante el magistrado hace ya más de un año, se le impuso la retirada del pasaporte y una medida cautelar que lo obliga a comparecer cada quince días en sede judicial y permanecer localizado.
A partir de ahí, los familiares de las víctimas han insistido en conocer «toda la verdad» del naufragio. Después de la declaración ante la Audiencia Nacional de Padín, otro gran hito de la investigación se produjo cuando finalmente fue aprobada la inspección ocular del pecio, por lo que el buque ‘Ártabro’ viajó a Terranova para, con un robot, llevar a cabo una grabación exhaustiva de los restos del buque bajo el mar y sus inmediaciones.
Precisamente la semana pasada se conocieron las conclusiones del informe elaborado por la Comisión Permanente de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM), a partir no solo de estas imágenes sino también de las declaraciones de los supervivientes y de otra información recopilada.
«ERROR HUMANO»
En ella, los peritos apuntan hacia un «error humano» del capitán como «causa más probable» del hundimiento del barco. Además, dan por «verosímil» la versión de Kwesi y ven «incongruencias» en la de Padín y su sobrino, indicando que «la causa más probable» de que se parase el motor sería la escora del barco, al contrario de lo que defendía Padín.
Los expertos también dudan de cómo se soltó la segunda balsa salvavidas del Pitanxo. Padín siempre defendió que, cuando dio la orden de abandonar el barco, fue él a ayudar a hinchar y arribar este bote, dejando encargado del mismo al primer oficial, para después ir a soltar la otra balsa, en la que se montó.
No obstante, ahora los peritos dudan de si este salvavidas fue desenganchado de forma manual o si se soltó por sí solo del Pitanxo cuando el barco se hundió. Cabe recordar que ese bote fue hallado vacío y, según la investigación, se confirma que «no embarcó ningún tripulante» en él.
En la actualidad, la investigación también apunta hacia la armadora del barco, el Grupo Nores de Marín (Pontevedra), debido a las condiciones que tendrían los marineros a bordo. En concreto, dos hombres que formaron parte de la tripulación del Pitanxo en mareas anteriores aseguraron ante el juez que nunca realizaron simulacros de incendios ni de evacuación y que apenas tenían descansos.
Palabras similares dijo Kwesi en su día. Además, mensajes de WhatsApp de los fallecidos revelaban las malas condiciones en las que vivían, con varias personas contagiadas de covid trabajando en el barco. Esto pudo corroborarse debido a que siete de los nueve cadáveres encontrados (12 cuerpos nunca aparecieron) tenían restos de este virus.
HOMENAJE
Cuando se cumplen dos años de la tragedia, las familias de las víctimas han organizado un homenaje en la localidad pontevedresa de Marín en recuerdo a los fallecidos. Se llevará a cabo el sábado 17 de febrero a partir de las 11.30 horas al lado de la placa conmemorativa instalada en el Paseo Alcalde Blanco.
Sin embargo, no se trata del único homenaje llevado a cabo desde lo ocurrido, ya que el año pasado precisamente se instalaron estas placas en todas las localidades en las que residían los marineros que perdieron la vida en el ‘Villa de Pitanxo’.
Entre otros, cabe recordar, además, que en marzo de 2022 los Reyes de España, Felipe y Letizia, viajaron a Marín para acompañar a las familias en un funeral en recuerdo de sus seres queridos.