El rey Felipe VI ha presidido este sábado la entrega de Reales Despachos en la Escuela Naval Militar de Marín, coincidiendo con la celebración de la festividad del Carmen, patrona de la Armada española, y pasados cinco meses del naufragio del ‘Villa de Pitanxo’, una tragedia muy presente. Miles de personas han acudido al recinto castrense y el calor, asfixiante durante toda esta semana, ha respetado la solemne gala.
Felipe VI fue recibido con salvas de honor y la interpretación del himno nacional, tras lo cual pasó revista al batallón de alumnos y saludó a las autoridades civiles y militares. La ceremonia ha contado con la presencia del almirante jefe de Estado Mayor, Antonio Martorell, del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, del titular del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, y del delegado del Gobierno en la comunidad, José Miñones, entre otras autoridades.
Un total de 106 alumnos, entre ellos ocho mujeres, han recibido su despacho, mientras que 78 estudiantes de primer curso, siete féminas, han jurado bandera.
Han recibido condecoraciones los números uno de cada promoción y el máximo mandatario autonómico ha hecho entrega de un sable al alférez de navío número uno de la promoción del Cuerpo General de la Escala de Oficiales, Gonzalo Rodríguez Casajús.
El capitán de navío y comandante-director de la escuela naval militar, Pedro Cardona, nacido en Ferrol y padre de tres hijos junto a su mujer Marta, ha agradecido al monarca el apoyo a una villa, la marinense, que «tanto ha sufrido» en los últimos meses, tras vivir una de las mayores tragedias de la navegación española, al hundirse el pasado 15 de febrero un arrastrero congelador con base en este municipio gallego.
Cardona ha agradecido el «consuelo, cariño y apoyo» mostrado tanto por Felipe VI como por la reina Letizia. Después, ha dado la «más sincera enhorabuena» a los nuevos oficiales y les ha recordado que el compromiso que han asumido «no prescribe nunca».
«Hoy no acaba nada, hoy empieza todo», ha remarcado, al saludar su paso de la «primera navegación» a la «segunda», donde su «estrella polar», aquella que les permitirá mantenerse siempre en el «rumbo correcto», es la que contiene los «valores» aprendidos en la escuela.
«El mando es una vocación de servicio. Mandar es servir», ha zanjado el comandante-director, que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en buques de superficie, fundamentalmente en fragatas como la ‘Asturias’, ‘Reina Sofía’ y ‘Almirante Juan de Borbón’ (dotación de quilla).
El acto concluyó con el homenaje a los caídos, el himno de la Armada y el tradicional desfile bajo la bandera. En todas las iglesias de Marín hay este 16 de julio un recuerdo para con los 21 marineros del ‘Villa de Pitanxo’ que fallecieron en aguas canadienses. «Siempre con nosotros, aunque sin vosotros» rezan los murales con sus fotografías.