El «Villa de Pitanxo», el arrastrero de Marín que naufragó en aguas de Terranova (Canadá) el pasado 15 de febrero, fue sancionado en dos ocasiones por las autoridades españolas por infringir la ley en la pesca del fletán negro. Las sanciones, que fueron recurridas por la armadora del buque, constan en sendas sentencias que la Audiencia Nacional confirmó en los años 2017 y 2020.
La resolución más reciente, a la que ha tenido acceso Efe, data de julio de 2020 y se refiere a las infracciones graves detectadas cuatro años antes, en 2016, a la Ley de Pesca Marítima. En ella, la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional confirma la sentencia de un juzgado de Madrid y las resoluciones del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que impusieron al patrón del barco seis sanciones por un total de 162.000 euros.
Según consta en la sentencia, los inspectores comprobaron la existencia de una bodega oculta en el barco, donde hallaron 26.788 kilos de fletán negro embolsado y sin etiquetar, pescado que fue incautado por las autoridades.
Las sanciones, que afectan también a la casa armadora, incluyen una multa de 60.000 euros por una infracción de eliminación, alteración, ocultación o encubrimiento de pruebas que pudieran obtenerse en el transcurso de las labores o procedimientos de control e inspección.
Además, los responsables del Villa de Pitanxo se vieron obligados a abonar otros 40.000 euros por no enviar las posiciones en las que se movía el barco y 40.000 euros más por no registrar en el diario de a bordo las capturas del fletán que estaba oculto.
Las otras tres multas son una de 10.000 euros por no comunicar la llegada a puerto o las capturas que llevaban, 6.000 euros por no identificar las cajas con el pescado y otros 6.000 euros por no llevar a bordo las autorizaciones de pesca y los planos de la bodega.
A la sentencia de 2020 se suma un fallo judicial previo, de octubre de 2017, relativo a otras irregularidades detectadas en otra inspección realizada en 2013.
En ese momento, los inspectores detectaron una «alteración intencionada» de la clasificación de capturas de dos filas de cajas de fletán negro para hacerlas pasar por capturas de rayas, excediendo así la cantidad declarada en el diario de pesca.
El informe también reflejó una infracción de obstrucción a la labor inspectora, por la ocultación de cajas de fletán y por la extracción para la venta sin autorización antes de que concluyera la investigación oficial. En este caso, las sanciones impuestas a la armadora del «Villa de Pitanxo» también superaron los 100.000 euros.