Las familias de los marineros del ‘Villa de Pitanxo’, el barco que naufragó en aguas de Terranova (Canadá) el pasado 15 de febrero, estudian acudir a los tribunales para que «se sepa la verdad» acerca de esta catástrofe. En el naufragio sobrevivieron tres personas, fallecieron nueve, y otras doce continúan desaparecidas.
Carolina Arévalo, esposa de Jonathan Calderón, uno de los marineros cuyo cuerpo aún no ha sido encontrado, ha explicado este lunes en Pontevedra que las familias de las víctimas quieren conocer «los hechos del accidente», ya que por ahora no los saben «todos».
Ella ha sido uno de los familiares que ha participado en una reunión en la Subdelegación del Gobierno de Pontevedra con responsables del Instituto Social de la Marina, del Instituto Nacional de la Seguridad Social y del departamento de Extranjería de la Policía Nacional. El objetivo de este encuentro era facilitar a las familias las vías para poder agilizar los trámites para la declaración de fallecimiento de los 21 marineros que no sobrevivieron al naufragio.
El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha señalado que el Gobierno ha activado medidas «excepcionales» para reducir los plazos legales de estos trámites, de forma que los que los afectados no necesiten cita previa y tengan «contactos directos» con la administración.
En este encuentro, los allegados de los marineros trasladaron al Gobierno demandas específicas que afectan en especial a las familias de origen peruano que necesitan saber cómo tramitar gestiones que implican traslados a o desde Perú.
Miñones ha avanzado que las autoridades españolas se pondrán en contacto con el cónsul de Perú para poner en marcha toda la documentación necesaria, pensando, entre otras cuestiones, en que las familias que residen en Perú no tengan que desplazarse a Galicia.
Con respecto a la petición de información sobre el naufragio solicitada por las familias, el delegado ha afirmado que el Gobierno ya respondió a la «práctica totalidad» de las cuestiones formulas y solo quedan por resolver las relativas a la caja azul del pesquero.
Esta cuestión está «pendiente», según José Miñones, hasta saber si su contenido debe ser confidencial y hasta que termine la investigación de la Comisión de Investigación de Accidentes Marítimos, que se abrió tras el hundimiento del barco gallego en Canadá.
El delegado les transmitió, por último, a las familias las «diferentes vías de solución» que se están estudiando para llegar hasta los restos del barco y buscar a tripulantes que hayan podido quedar dentro al hundirse en las gélidas aguas de Terranova.