El terrorífico hallazgo enseguida fue puesto en conocimiento de las fuerzas de seguridad, que se desplazaron al punto para investigar lo ocurrido. Los agentes localizaron unos plásticos con ropa de mujer en su interior, que simulaban la forma de un niño.
Todo apunta a un ritual de santería pero tras analizar los restos encontrados los investigadores no han encontrado ningún indicio de ilícito penal que perseguir, ni siquiera de un posible delito contra el medio ambiente, ya que en ocasiones estos rituales dejan restos de productos tóxicos en la naturaleza.
Junto a esta improvisada tumba se localizaron también otros dos palos sueltos, lo cual hace pensar que los autores del rito preveían montar otra cruz y se pudieron ver sorprendidos por transeúntes antes de cerrar la tumba y completar el ritual, teniendo que abandonar su preparación antes de tiempo. Los restos encontrados ya han sido retirados del lugar.